Mazda mantiene su apuesta por el equilibrio entre refinamiento y accesibilidad con el CX-30, un SUV compacto que logra posicionarse como alternativa real a modelos de marcas premium, tanto por calidad de construcción como por nivel de equipamiento. En su versión Prime-Line con motorización e-Skyactiv G, este modelo se ofrece actualmente con una oferta que lo sitúa por debajo de los 25.000 euros, lo que refuerza su atractivo frente a rivales más costosos del segmento.

La variante promocionada cuenta con un motor de 2.5 litros que desarrolla 140 CV, asistido por un sistema de hibridación ligera (MHEV) que le permite obtener la etiqueta ECO de la DGT. Esta tecnología no solo contribuye a reducir el consumo y las emisiones, sino que también facilita ventajas fiscales y de movilidad en determinadas zonas urbanas. La transmisión es manual de seis velocidades y la tracción se transmite al eje delantero.

 

En términos de equipamiento, el Mazda CX-30 Prime-Line destaca con una dotación muy completa desde su configuración base. Incluye elementos como faros LED, sistema de infoentretenimiento con pantalla de 10,25 pulgadas compatible con Apple CarPlay y Android Auto, cámara de visión trasera, control de crucero adaptativo, sensores de aparcamiento traseros, detector de ángulo muerto y sistema de arranque sin llave. También incorpora Head-Up Display y reconocimiento de señales de tráfico, prestaciones poco habituales en esta franja de precios.

Tecnología eficiente y acabados de nivel superior

Lo destacable en este caso es que Mazda logra ofrecer un producto con enfoque claramente premium sin que ello repercuta de forma severa en el coste final. El interior del CX-30 presenta una calidad de materiales y ajustes que lo sitúan por encima de la media del segmento generalista, acercándose en percepción a modelos como el BMW X1 o el Audi Q3, aunque con una propuesta económica mucho más contenida.

En cuanto a dimensiones, el modelo mide 4,39 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,53 metros de alto, con un maletero de 430 litros. Estas cifras lo colocan en el corazón del segmento C-SUV, con una habitabilidad interior más que correcta y una capacidad de carga adecuada para un uso familiar o urbano frecuente.

 

Cabe destacar que la oferta vigente incluye además una garantía de seis años o 150.000 km, así como tres años de mantenimiento sin coste adicional, siempre que se formalice la compra mediante financiación con la marca. Esta estrategia refuerza la relación valor-precio y convierte al CX-30 en una opción muy competitiva frente a propuestas más consolidadas del mercado premium.

El Mazda CX-30, en su configuración actual, representa un equilibrio singular entre diseño, eficiencia, tecnología y precio. Una fórmula que, sin necesidad de renunciar al refinamiento, lo posiciona como uno de los SUV más completos y racionales del momento en su categoría.