Con el nuevo Super Duty, Ford redefine los límites del todoterreno pesado y sitúa su propuesta como una alternativa radicalmente más capaz frente a iconos tradicionales como el Toyota Land Cruiser. Este modelo, basado en la plataforma de la serie F, ha sido concebido para responder a las exigencias más duras, tanto en trabajo como en aventura, con una estética imponente, tecnología avanzada y unas cifras de rendimiento que lo colocan en lo más alto del segmento.
El diseño exterior transmite robustez desde cualquier ángulo. El frontal está dominado por una parrilla de gran tamaño y faros verticales con tecnología LED, mientras que la carrocería presenta líneas rectas, arcos de rueda prominentes y una elevada altura libre al suelo. Todo en su imagen está orientado a enfatizar su fortaleza estructural. Lo destacable en este caso es que, sin buscar la sofisticación de un SUV de lujo, el Super Duty impone por presencia y funcionalidad, proyectando una imagen sobria pero dominante.
En el plano mecánico, el modelo ofrece potentes motorizaciones diésel con altos niveles de par, ideales para tareas de remolque y transporte pesado. Asociadas a una caja automática de 10 velocidades y opciones de tracción total, estas versiones permiten al Super Duty superar ampliamente las cifras de capacidad habituales. En configuraciones superiores puede remolcar más de 8.000 kg, algo fuera del alcance del Land Cruiser y la mayoría de todoterrenos tradicionales. Esta capacidad lo convierte en una herramienta de trabajo real, con un enfoque claramente más extremo.
Funcionalidad sin concesiones y tecnología de apoyo
Construido sobre un bastidor de escalera reforzado, el Super Duty ha sido diseñado para soportar las condiciones más exigentes. La suspensión trasera de ballestas, combinada con amortiguadores de alto rendimiento, garantiza estabilidad incluso con cargas máximas. Está orientado a un uso intensivo en entornos rurales, agrícolas o de obra, pero también puede desempeñar funciones recreativas gracias a su capacidad todo terreno, especialmente en variantes con reductora y protecciones adicionales.
En el interior, el enfoque sigue siendo funcional, aunque no renuncia al confort. Los asientos ofrecen buena sujeción y resistencia, con posibilidad de tapicerías en materiales duraderos o cuero. La consola central está equipada con mandos grandes, operables con guantes, y una pantalla táctil de gran formato con conectividad moderna. El Super Duty incorpora asistentes específicos para tareas como remolque, control de descenso, frenado automático de emergencia y cámaras de visión periférica, facilitando el manejo de un vehículo de grandes dimensiones.
Por otro lado, la gama incluye múltiples configuraciones de carrocería: cabina sencilla, doble o ampliada, y cajas de carga adaptables con tomas de corriente, puntos de anclaje reforzados y soluciones prácticas para herramientas. Esto permite ajustar el vehículo a distintos perfiles de usuario, desde profesionales del transporte hasta propietarios de explotaciones agrícolas o aficionados al todoterreno extremo.
El Ford Super Duty no busca competir directamente en el mismo terreno que el Land Cruiser, sino ir un paso más allá en términos de fuerza, versatilidad y capacidad real. Su lanzamiento representa una apuesta firme por el segmento de los todoterreno grandes con prestaciones de camión, marcando una nueva referencia en durabilidad y rendimiento.