El Opel Grandland híbrido enchufable se consolida como uno de los SUV compactos más competitivos de su categoría, enfrentándose directamente al Peugeot 3008 híbrido con una fórmula que combina tecnología compartida, fabricación alemana y un precio claramente más contenido. Ambos modelos se desarrollan sobre la misma base técnica, pero el Grandland apuesta por una estética más sobria y una configuración interior centrada en la funcionalidad.
Con un sistema de propulsión híbrido enchufable basado en un motor 1.6 turboalimentado y un bloque eléctrico, el Grandland entrega una potencia combinada cercana a los 194 CV. Esta configuración le permite registrar cifras de consumo muy ajustadas en uso combinado, con registros oficiales por debajo del litro cada 100 km y una autonomía eléctrica que supera los 80 kilómetros en ciclo WLTP. Su batería de alta capacidad permite una circulación diaria en modo completamente eléctrico en trayectos urbanos e interurbanos.
Fabricado en la planta de Eisenach, en Alemania, el Opel Grandland incorpora un equipamiento completo desde las versiones base, con asistentes a la conducción, climatización automática, instrumentación digital y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto. A diferencia del Peugeot 3008, su diseño interior se mantiene más convencional, con mandos de control clásicos y una posición de conducción que prioriza la visibilidad y el confort, frente al enfoque más visual del i-Cockpit de Peugeot.
Fabricación alemana, diseño funcional y gran descuento
Uno de los aspectos más destacados es el precio. El Grandland híbrido enchufable parte de unos 43.500 euros en su configuración de acceso, mientras que el Peugeot 3008 híbrido equivalente se sitúa alrededor de los 53.800 euros. Con las campañas actuales aplicadas, el Opel puede beneficiarse de un descuento superior a los 9.000 euros, lo que lo convierte en una de las opciones con mejor relación entre prestaciones y coste final dentro de su categoría. Además, algunas promociones específicas pueden incrementar ese ahorro en función del mercado o de la entrega de vehículo usado.
En cuanto a habitabilidad, el Grandland ofrece un maletero de 514 litros, ampliables hasta cerca de 1.650 litros con los asientos traseros abatidos. Las plazas traseras destacan por el espacio para las piernas y la altura disponible, facilitando su uso familiar. A ello se suma una modularidad interior acertada, con múltiples huecos portaobjetos y una ergonomía general bien resuelta.
La conducción del Grandland resulta equilibrada, con un comportamiento neutro tanto en ciudad como en autopista. Acelera de 0 a 100 km/h en menos de ocho segundos y ofrece diferentes modos de conducción, incluyendo uno totalmente eléctrico y otro que combina ambos motores para ofrecer el máximo rendimiento. También cuenta con una función de regeneración energética durante las frenadas, lo que optimiza la autonomía sin intervención del conductor.
El Opel Grandland híbrido enchufable se postula así como una alternativa racional frente a otros SUV electrificados del segmento C, con un planteamiento técnico eficaz, fabricación europea y una ventaja económica significativa. En este sentido, su diferencia de precio frente al 3008 híbrido lo convierte en una opción especialmente competitiva.