Tal y como ha ocurrido en los últimos tiempos con los patinetes eléctricos, cada vez son más los que, especialmente en las grandes ciudades de nuestro país, hacen uso de la bicicleta para desplazarse, ya sean sus propias bicicletas o haciendo uso de los sistemas de bicicletas que proporciona el ayuntamiento.

En este sentido, no es que sea precisamente ningún secreto que, aunque no sea necesario poseer ningún tipo de permiso de circulación para circular con la bicicleta en nuestro país, sí que, como recuerda la DGT, es necesario cumplir con una serie de normas, entre ellas la de no circular bajo los efectos del alcohol o las drogas.

De hecho, de la Dirección General de Tráfico indican que las multas por conducir una bicicleta superando ciertos límites en los test de alcoholemia acaba suponiendo una multa económica.

Las multas por dar positivo en bicicleta

En este caso la tasa de alcoholemia permitida al ir en bicicleta es la misma que para el resto de los conductores: el resultado tiene que ser inferior a 0,25 mg/l en aire espirado o 0,5 g/l de alcohol en sangre. En cuanto a las multas, por otra parte, si se obtiene una tasa de entre 0,26 mg/l y 0,50 mg/l la sanción será de 500 euros, mientras que en el caso de superar los 0,50 mg/l la multa aumentará hasta los 1.000 euros.

 

Por otro lado cabe recordar también que una gente puede multarte yendo en bicicleta si estás utilizando el móvil o si no cumples con las normativas de tráfico. La parte positiva en este caso es que este tipo de infracciones no acaban derivando en la pérdida de puntos del carnet de coche o moto, algo que tampoco ocurre si cometes algún tipo de infracción utilizando un Vehículo de Movilidad Personal como es el caso de un patinete eléctrico.

En cualquier caso, no deja de ser lógico que, por mucho que muchos vean a las bicicletas o los patinetes eléctricos como vehículos de segunda fila en comparación con un coche o una moto, lo mejor que se puede hacer en estos casos es, como ocurre con los coches y las motos, no combinar su conducción con el uso de alcohol o drogas.