Davide Tardozzi ha redefinido su estrategia dentro de Ducati con una apuesta inequívoca: Marc Márquez es ahora su gran prioridad. Tras un inicio de temporada marcado por tensiones internas y abucheos en algunos circuitos, el responsable del equipo italiano ha decidido centrar todo su apoyo en el piloto que, a su juicio, tiene los argumentos necesarios para luchar por el campeonato. Esta toma de posición no solo supone un cambio de rumbo en la gestión deportiva, sino también un mensaje directo al resto del paddock.

Durante las últimas temporadas, Pecco Bagnaia había disfrutado de un respaldo casi total por parte de la estructura de Borgo Panigale. Era el campeón vigente, la figura consolidada y el rostro del proyecto. Sin embargo, la llegada de Márquez ha transformado el equilibrio interno del equipo. Su rápida adaptación, los resultados inmediatos y su capacidad para exprimir el rendimiento de la moto han convencido a Tardozzi de que es el momento de apostar por el talento del piloto de Cervera.

Lo destacable en este caso es que esta decisión no ha sido disimulada. Tardozzi ha sido contundente en sus intervenciones recientes, dejando claro que Marc Márquez representa la opción más sólida para conquistar un nuevo título. Con esta elección, Ducati cambia el enfoque y prioriza la experiencia, el carácter competitivo y la ambición intacta de un múltiple campeón que sigue teniendo hambre de victorias.

Nuevo liderazgo en el box de Ducati

Este giro de guion dentro del equipo afecta directamente al funcionamiento interno del box. Márquez pasa a ocupar el rol de referencia técnica y táctica, recibiendo el grueso de los recursos disponibles en cuanto a evolución de la moto, toma de decisiones estratégicas y soporte durante los fines de semana de carrera. Tardozzi considera que el #93, en su actual estado de forma, tiene la capacidad de conducir a Ducati a un nuevo mundial sin necesidad de periodo de adaptación.

Marc Márquez Ducati / Foto: EFE
Marc Márquez Ducati / Foto: EFE

Por otro lado, la figura de Bagnaia, aunque sigue siendo relevante dentro del equipo, se ve desplazada a un segundo plano. El rendimiento irregular del italiano, sumado a algunos errores clave en carreras importantes, han abierto la puerta a esta reorganización. Tardozzi no ha dejado espacio a interpretaciones: Márquez está en condiciones de liderar el proyecto y tiene vía libre para hacerlo.

Esta situación no solo impacta en el presente inmediato, sino que también tiene implicaciones en la configuración futura del equipo. Ducati empieza a construir alrededor de Márquez un nuevo núcleo competitivo, con miras a reforzar su papel protagonista en la categoría reina. La experiencia, la agresividad en pista y la capacidad de gestión bajo presión son cualidades que Tardozzi no está dispuesto a desaprovechar.

Así, el giro estratégico es total: Ducati apuesta por Márquez como su punta de lanza. Con el respaldo firme de Tardozzi, el piloto español dispone ahora del entorno perfecto para volver a ser campeón del mundo. La decisión está tomada y el mensaje es claro: en Ducati, la ambición pasa por Marc.