Uno de los principales problemas que tienen los coches eléctricos tanto en España como en Europa es el precio. En este sentido, si bien es cierto que cada vez son más las opciones con precios más bajos que están llegando nuestras carreteras, especialmente aquellas opciones que llegan desde mercados como es el de China, donde los coches eléctricos tienen mucha más presencia, la cuota de mercado de los coches eléctricos sigue siendo aún mucho más baja que la que tienen otro tipo de mecánicas como son las combustión tradicional o incluso las híbridas.

No es que sea precisamente ningún secreto que, por otro lado, al menos en nuestro país, y a no ser que se sepa que el uso del coche va a ser casi exclusivamente urbano, la infraestructura de cargadores necesaria para afrontar con tranquilidad un largo viaje en carretera con un coche eléctrico en España no es que sea precisamente la mejor.

A eso debe sumarse también que, como bien saben los que se han interesado en un eléctrico, los coches que cuentan con este tipo de motor y con un precio más bajo son aquellos coches que tienen autonomías muy reducidas, de entre 200 y 300 km, modelos pensados para no moverse precisamente a altas velocidades por autopistas y carreteras.

2025 podría ser el año clave para el coche eléctrico

No es que sea precisamente ningún secreto que en un futuro no muy lejano los eléctricos sí que van a ser los coches que dominan las carreteras tanto de nuestro país como del resto de mercados potentes a nivel europeo, pero uno de los principales problemas en este caso también es que la carrocería de moda, los SUV, no es que sea precisamente una carrocería que encaje con las necesidades de un coche eléctrico.

Kia Sportage
Kia Sportage

Entre otras cosas porque se trata de modelos mucho más pesados que un utilitario o un compacto tradicional y, además, con un coeficiente de lo del amigo de la mayoría de los casos mucho peor, algo que acabar reduciendo también la autonomía.

Sin embargo, según un informe realizado por Transport & Enviroment, 2025 podría ser un año clave en este sentido, un año en el que por primera vez se pudieran ver un buen número de coches en las carreteras europeas con un motor 100 × 100 eléctrico con un precio más o menos similar al que tiene el de un coche nuevo actualmente en Europa, que ronda los 27.000 €.

El problema de esta predicción es que estos eléctricos que rondan los 25.000 € no serán precisamente modelos muy bien dotados ni a nivel de motor ni tampoco a nivel de tamaño, sino que se tratarán de utilitarios o compactos de reducidas dimensiones y con baterías pequeñas, un tipo de segmento que va a la baja en las carreteras del viejo continente.