La nueva generación del Audi Q3 introduce un cambio significativo en la forma en que se gestionan los mandos más básicos del vehículo. La marca ha rediseñado por completo la columna de dirección para eliminar las tradicionales palancas de intermitentes y limpiaparabrisas, sustituyéndolas por una barra horizontal fija ubicada detrás del volante. Esta barra agrupa todas las funciones esenciales en una única unidad de control, apostando por una experiencia de conducción más limpia y moderna.
El nuevo sistema traslada los controles de intermitentes, luces largas y limpiaparabrisas a la parte izquierda de esta barra. El accionamiento de los intermitentes se realiza mediante un pequeño módulo basculante que se mueve hacia arriba o hacia abajo. Justo al lado, un dial circular regula la velocidad de las escobillas delanteras, mientras que el botón para el chorro de agua se sitúa al alcance del pulgar. Las luces largas se activan desde un botón específico en el extremo de esta sección. El limpiaparabrisas trasero también tiene su propio mando dedicado.
Por otro lado, el selector de marchas desaparece de su tradicional ubicación en la consola central y pasa a ser una pequeña palanca situada a la derecha del volante. Esta nueva disposición responde a una lógica funcional: hacia arriba se activa la marcha adelante, hacia abajo la marcha atrás, y al pulsar se selecciona el modo de estacionamiento. Esta simplificación permite liberar espacio en el túnel central y reducir el número de mandos visibles en el habitáculo.
Simplificación con un enfoque ergonómico
Lo destacable en este caso es la forma en que Audi ha reorganizado todos los elementos de control sin renunciar a la accesibilidad. La integración de funciones en una sola barra fija no solo mejora la limpieza visual del puesto de conducción, sino que también reduce el número de piezas móviles, lo que podría contribuir a una mayor fiabilidad a largo plazo.
En este sentido, el nuevo sistema responde al objetivo de ofrecer una interfaz de conducción más intuitiva y menos intrusiva. El dial giratorio para el control de los limpiaparabrisas sustituye el habitual sistema de varias posiciones, mientras que los botones específicos permiten mantener acciones rápidas y precisas. Este diseño apuesta por mantener la retroalimentación háptica, evitando la dependencia exclusiva de comandos táctiles o virtuales.
Llama especialmente la atención cómo este rediseño sigue la línea de otros modelos eléctricos del grupo, donde el selector de marcha se encuentra junto al volante. Esta decisión refuerza la coherencia entre gamas y anticipa una posible unificación de soluciones tecnológicas en futuros modelos de Audi.
El nuevo concepto de manejo del Q3 marca así un punto de inflexión en la evolución del interior de los vehículos de la marca. Aunque representa una ruptura con esquemas tradicionales, busca mantener la funcionalidad esencial mientras adapta el diseño a una estética más ordenada, moderna y centrada en la experiencia del conductor.