Alfa Romeo ha tomado una decisión contundente que marcará un antes y un después en su gama: el cese de producción del Giulia y el Stelvio. Ambos modelos, que durante años representaron la ambición de la marca por recuperar protagonismo en el segmento premium europeo, dejarán de fabricarse en 2025. La medida responde a un giro estratégico centrado en la electrificación y en una reorganización industrial que ya no contempla plataformas específicas para vehículos térmicos.
El Giulia, berlina deportiva de tracción trasera, fue concebido como símbolo del regreso al ADN original de Alfa Romeo. Con una arquitectura técnica refinada y un comportamiento dinámico destacado, no logró sin embargo consolidarse comercialmente. El Stelvio, su derivado SUV, sí alcanzó mayor volumen de ventas, pero tampoco mantuvo una trayectoria estable en los principales mercados. Ambos compartían una plataforma costosa y poco adaptable a las nuevas necesidades del grupo industrial al que pertenece la marca.
La decisión se ve condicionada por un factor clave: la transformación de las instalaciones de producción a la nueva plataforma STLA Large. Esta arquitectura, diseñada exclusivamente para modelos eléctricos, no es compatible con los actuales Giulia y Stelvio. La adaptación de las líneas y la instalación de nuevos equipos hacen inviable su continuidad, ya que no existe un emplazamiento alternativo para mantener su fabricación. En este sentido, la incompatibilidad técnica ha sellado el destino de ambos modelos.
Fin de ciclo, transición y vacío temporal
Por otro lado, la marca se enfrenta a un periodo transitorio sin relevo inmediato para estos dos modelos. El nuevo Stelvio eléctrico, previsto sobre la mencionada plataforma, requerirá más tiempo de desarrollo y producción de lo inicialmente previsto. Esto generará un vacío temporal en el segmento D-SUV, donde el Stelvio había logrado consolidar una parte significativa de las ventas globales de la marca italiana.
El final del Giulia supone también el abandono del formato berlina de alto rendimiento con motor térmico, en un contexto donde este tipo de carrocerías pierde protagonismo frente a SUV y crossovers. Aunque el modelo fue bien valorado por su dinámica, su posicionamiento en el mercado europeo se vio limitado por una oferta mecánica reducida y una menor visibilidad comercial frente a rivales consolidados.
Lo llamativo en este caso es que Alfa Romeo opta por cerrar una etapa sin concesiones, priorizando la reorganización industrial sobre la continuidad de dos productos técnicamente sólidos. La nueva estrategia se apoyará en plataformas compartidas, electrificación completa y una gama más racionalizada, enfocada a mejorar la eficiencia productiva y adaptarse a las exigencias actuales del mercado global.
Con esta decisión, Alfa Romeo deja atrás una apuesta ambiciosa pero insuficiente en resultados, y se alinea con una nueva fase donde la rentabilidad y la adaptación tecnológica marcan el camino. Giulia y Stelvio se despiden como símbolos de una era que llega a su fin.