No es que sea precisamente ningún secreto que en periodos vacacionales como la actual, el de semana santa, son muchas las familias que optan por hacer viajes en carretera, por lo que los desplazamientos se multiplican.
En este sentido, cabe tener en cuenta que, más allá de intentar evitar los atascos tanto en la salidas como las entradas a las grandes ciudades en la ida y en la vuelta de nuestras vacaciones, es importante llevar a cabo una serie de acciones para evitaros algunos sustos en la carretera.
Entre otras cosas porque, más allá del evidente componente de seguridad, algo que siempre debe ser fundamental en la conducción, que es un pequeño problema mecánico suceda en medio de las vacaciones es algo que puede arruinarlas por completo, y eso es algo evidentemente que nadie quiere.
De ahí que, teniendo siempre en cuenta además que los coches no son máquinas perfectas y que siempre puede fallar algo, sí que podemos llevar a cabo una serie de acciones para intentar minimizar los riesgos en este sentido, acciones que en muchos son muy sencillas.
Algunas acciones para ahorrar posibles disgustos en la carretera
La primera y la más lógica es, evidentemente, tener en cuenta el estado general del coche. En este sentido, no es nada recomendable que, especialmente si tenemos en cuenta que debemos llevar el coche hacerle una revisión al taller, esperar al regreso de estos largos viajes en Semana Santa para hacerlo.
Por otro lado, dos pequeñas acciones que nos pueden ahorrar algún que otro disgusto son tan sencillas como la de comprobar la presión de los neumáticos, un elemento que acaba siendo también de seguridad, así como la de los diferentes niveles de líquidos, tanto de aceite como el de refrigerante.
Teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de familias que realizan largos viajes en semana santa lo hacen con mucha carga, es importante saber distribuir bien los diferentes objetos en el maletero, poniendo siempre más pesados lo más abajo posible para así mantener un buen centro de gravedad bajo en el coche y, además, que todo esté muy bien sujetado para así, en el caso de que hay algún percance o accidente, no se muevan y puedan provocar aún más problemas.
Por último, un elemento que también es más que importante en este sentido y que puede ser motivo de algún que otro disgusto es la batería. Así, si vemos que ya las últimas veces al coche le costaba arrancar o que incluso aparecido algún tipo de aviso en el coche en cuanto a la batería, lo más recomendable es acudir al taller de confianza para que la revisen y no jugárnosla en este sentido.