Venecia se convertirá en la primera ciudad que cobre a quien vaya a visitarla durante un día, sin necesidad de pernoctar. A partir del 16 de enero, será obligatorio tener una entrada reservada por internet por doner acceder a la ciudad. El Ayuntamiento de la ciudad ha sido quien ha anunciado la medida y ha indicado que el sistema se pondrá en marcha "un par de meses antes". Las tasas que tendrán que pagar los turistas serán entre 3 y 10 por persona, los menores de 6 años estarán exentos de esta tarifa. El precio irá en función de la demanda y será más barato y se coge con antelación. Los pasajeros de los cruceros también tendrán que pagar esta entrada. El alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro, ha asegurado que "la ciudad no estará cerrada, pero habrá un sistema de premios para los que reserven con antelación", y se ha mostrado contento con "este experimento único en el mundo para la gestión de los flujos turísticos".

Reducir el exceso de turismo

El concejal de turismo de Venecia, Simone Venturini, ha indicado que el objetivo de esta medida es reducir los excesos de turistas diarios y picos estacionales, buscando un equilibrio entre los necesitados de los residentes, de los turistas que pernoctan y de los que visitan la ciudad durante el día. Un balance, que según reconoce el consistorio, falla en determinadas épocas del año. "Somos los primeros del mundo a introducir este sistema, y somos conscientes de que no todo funcionará bien desde el principio, pero estaremos preparados para mejorar en el camino. Queremos garantizar a los turistas la mejor calidad de las visitas y garantizar que la ciudad pueda ofrecer a los visitantes todos los servicios que necesitan", ha indicado. "Sería arrogante pensar que todo funcionará perfectamente a la primera, teniendo en cuenta que no hay precedentes", afirma Venturini.

Por su parte, la concejala de presupuestos, Michele Zuin, ha asegurado que la medida supondrá un incentivo para un turismo más ordenado. Zuin ha detallado que los ingresos de la contribución de acceso se destinarán, en primer lugar, a pagar los gastos de implantación del sistema y después a descontar las facturas de la Tari a los residentes. "Establecer límites de asistencia, en algunos periodos, puede ser necesario, pero eso no quiere decir cerrar la ciudad. Venecia permanecerá siempre abierta a todo el mundo. Creemos, sin embargo, que visitarla es más bonito, tranquilo y seguro si reserváis. La medida también permitirá a los residentes vivir mejor su ciudad", ha explicado la concejala.

Excepciones de la tarifa

Los turistas que pasen la noche en Venecia no tendrán que pagar también esta entrada y solo pagarán la tasa de pernoctación que se paga en los hoteles, que tiene un coste de 4,5 euros diarios durante máximo cinco días. Los que tampoco se verán afectados por la nueva tasa son los residentes o las personas nacidas en Venecia o las que vayan a trabajar. También quedan exentos los estudiantes, propietarios de inmuebles, discapacidades y acompañantes o quienes vaya a los hospitales o a acontecimientos deportivos de la ciudad. Por último, los residentes de la región del Vèneto, los administradores públicos, voluntarios de emergencias o las fuerzas armadas, también estarán excluidos de pagar la entrada.

El Ayuntamiento ha anunciado que cuándo entre en vigor la medida se pondrá en marcha un sistema de controladores y multas de hasta 300 euros para aquellos visitantes que no lleven entrada y para aquellos que hayan mentido para quedar exentos del pago. Según el concejal Zuin, no se busca "hacer caja", sino que se trata de un "método de incentivo y desincentivo para tener unos flujos más equitativos" en el turismo de masas.