Después de varias sospechas sobre si realmente Yevgeni Prigozhin había muerto en el accidente del avión donde viajaba, se ha confirmado que, efectivamente, los restos que se encontraron eran, entre otros, los suyos. Eso abre la puerta a recordar cómo han ido desapareciendo algunos de los rivales del presidente ruso, Vladímir Putin. En 23 años que hace que el líder ruso está al poder han caído críticos del Kremlin, periodistas y espías desertores. Ha habido asesinatos con balas, pero también con agentes neurotóxicos como el Novichok o té con polonio.

🔎 ¿Putin está detrás de la muerte de Prigozhin?
 

El accidente de avión de Yevgueni Prigozhin, el líder de Wagner, se ha producido dos meses después de que se iniciara la rebelión y él mismo empezara una disputa con el ejército. La actitud, pues, habría dado numerosos motivos al Kremlin para tomar la revancha. También murió en el mismo accidente Dmitry Utkin, descrito como fundador o cofundador de Wagner. En este sentido, el The Guardian repasa las maneras más comunes que ha utilizado Rusia para eliminar oponentes del Kremlin.

Envenenamiento

Muchos funcionarios rusos han convertido los envenenamientos políticos en un arte. Se cree que los científicos soviéticos habrían trabajado durante décadas en desarrollar venenos incoloros e indoloros. Una entrevista con un agente del KGB, el año 1954, habría confesado que las pruebas se hacían con prisioneros vivos.

El envenenamiento es uno de los preferidos porque es un método más o menos discreto. Se puede llevar a cabo sin ser detectado de manera inmediata. Un hecho que permite a la persona que ha ejecutado la acción, huir del lugar de los hechos. Dos de los envenenamientos más sonados de Putin habrían tenido lugar en el Reino Unido.  Uno de los casos es Alexander Litvinenko, un opositor ruso del Kremlin que murió envenenado con polonio en Londres, en el 2006. Más tarde, Sergei Skripal, exoficial y militar ruso, que se había convertido en agente del Reino Unido, fue envenenado con un agente nervioso denominado Novichok, en Salisbury. El envenenamiento produjo también la muerte de otra residente, Dawn Sturges, que se había esparcido el veneno en las manos.

En agosto del 2020, el líder opositor Alexey Navalny, ahora encarcelado, enfermó repentinamente en un vuelo de Siberia en Moscú. Navalny fue trasladado a Alemania para recibir tratamiento, donde los médicos determinaron que también había sido envenenado por Novichok.

Tiroteos

También ha habido tiroteos y balas cruzadas, destaca el mismo The Guardian. En el 2006, Anna Politkovskaia, periodista de Novaya Gazeta, que informaba sobre abusos contra los derechos humanos, fue asesinada delante de su casa en Moscú, cuando volvía del supermercado. Era el cumpleaños de Putin, que cumplía 54. También el asesinato de Boris Nemtsov, un destacado líder de la oposición, en el centro de Moscú, en 2015. Nemtsov recibió cuatro tiros. Zelimkhan Khangoshvili, ciudadano georgiano que luchó contra Rusia durante la segunda guerra chechena a principios del 2000, recibió dos tiros en la cabeza, en un parque en el centro de Berlín.

Muertes inexplicables

Este podría ser exactamente el cajón de sastre. Hay muchos empresarios rusos o ejecutivos que han muerto en extrañas circunstancias: suicidios o caídas desde las ventanas. Boris Berezovsky fue encontrado colgado en el lavabo de su casa el año 2013. Él era un gran conocedor del Kremlin, pero más tarde se convirtió en crítico del gobierno de Putin, que se exilió el año 2000 en el Reino Unido.

Mikhail Lesin, que fundó la cadena de televisión en inglés RT, fue encontrado muerto en una habitación en Washington el año 2015. Tocó mucho poder al lado de Putin, pero sin ninguna explicación lógica fue destituido. Después de investigaciones se encontró con que había muerto de heridas contundentes y no de un ataque cardiaco, como decían los medios rusos.

Finalmente, el diario se hace eco del caso de Kirill Stremousov, vicegobernador de la provincia de Jersón en Ucrania, instalado por Rusia. En teoría, murió en un accidente de coche el otoño del 2022. Defensor de la ocupación rusa, dijo en un vídeo que Serguéi Shoigú, ministro de defensa y amigo de Putin, se tendría que disparar un tiro. Su muerte, extraña, pareció que Rusia dejaba de necesitar a una persona como él, que ya no era útil.

 

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión en Moscú / Efe