Un mínimo de cinco personas han muerto y 25 han resultado heridas este sábado después de que un tren de carga haya descarrilado en la localidad búlgara de Hitrino, en el nordeste del país europeo, de acuerdo con el último balance.
Al principio las autoridades búlgaras habían informado de la muerte de cuatro personas, pero Atanas Atanasov, el director del hospital de la provincia de Shumen, donde hay Hitrino, ha anunciado que uno de los heridos, un joven de 18 años, ha muerto por las quemaduras. "Y seguramente habrá más víctimas", ha dicho el primer ministro búlgaro, Boiko Borísov, a su llegada al lugar del accidente para evaluar la situación. El personal sanitario ha indicado que, de los 25 heridos, tres están graves y ha pedido que se done sangre.
Siete vagones se han salido de las vías y se han llevado por delante la línea eléctrica, lo que ha provocado que las 26 cisternas de gas propano y butano que transportaba el tren explotaran, y que se haya desatado un gran incendio.
"Ha habido dos explosiones, que han generado un incendio. Como mínimo unos 20 edificios han quedado destrozados", ha indicado, por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior, Georgi Kostov. Los vecinos de Hitrino que viven cerca de la estación de tren han sido evacuados.
Unos 150 efectivos han sido desplegados a Hitrino para trabajar en las tareas de búsqueda y rescate de supervivientes y de extinción de las llamas. "El daño causado es igual al de un desastre natural", ha afirmado Kostov.