Steve Bannon, el polémico exasesor de Donald Trump, ha sido detenido este jueves y acusado de defraudar cientos de miles de dólares de donaciones a una campaña para construir el muro en la frontera con México prometido por el presidente de Estados Unidos.

Junto a Bannon han sido arrestadas e imputadas otras tres personas por su papel en un supuesto fraude en torno a la iniciativa "We Build the Wall" ("Nosotros construimos el muro", en inglés), que recaudó unos 25 millones de dólares, según las autoridades. "Los acusados defraudaron cientos de miles de dólares de donantes, aprovechándose de su interés para financiar un muro fronterizo para recaudar millones de dólares, bajo el falso pretexto de que todo el dinero se dedicaría a la construcción", señala en un comunicado Audrey Strauss, la fiscal en funciones del distrito sur de Nueva York.

Según la fiscal, la campaña desvió importantes cantidades de dinero a Brian Kolfage, un veterano de la guerra de Irak que fundó la iniciativa y fue su gran rostro, a pesar de que se aseguró repetidamente a los donantes que este no recibiría un centavo. Además, las autoridades apuntan que los involucrados crearon facturas y cuentas falsas para "blanquear donaciones" y "tapar sus crímenes", canalizando fondos de "We Build the Wall" a través de una organización sin ánimo de lucro que controlaban.

Además de Bannon, han sido detenidos el propio Kolfage y otros dos hombres, Andrew Badolato y Timothy Shea, por su papel en el supuesto fraude. El exasesor de Trump comparecerá este jueves ante un tribunal de Nueva York, mientras que Kolfage y Badolato lo harán en dos cortes de Florida y Shea en Colorado.

Según la acusación, los cuatro recibieron cientos de miles de dólares procedentes de donaciones, que usaron para gastos personales y fines que no tenían nada que ver con lo prometido en su campaña de recaudación. Todos están imputados con cargos de conspiración para cometer fraude electrónico y de conspiración para el blanqueo de dinero, dos delitos que pueden acarrear penas máximas de 20 años de cárcel cada uno.

Bannon, considerado uno de los grandes artífices de la llegada de Trump a la Casa Blanca con su apuesta populista y apoyos en la extrema derecha, dejó la Administración en agosto de 2017.