La tensión internacional por una posible nueva crisis de migratoria se está acentuando cada vez más. Mientras el gobierno polaco ha reforzado este miércoles la vigilancia en la frontera con Bielorrusia - movilizando 20.000 soldados - con el fin de evitar nuevos intentos de entrada masiva, Rusia ha enviado dos bombarderos Tu-22M3 a hacer un reconocimiento del espacio aéreo. Así, ha hecho una muestra de fuerza delante la OTAN y Polonia, después de que tanto Moscú como Minsk hayan acusado Bruselas de crear con sus propias manos esta problemática. Es más, el presidente bielorruso, Aleksandr Lukaixenko, insinuó ayer que es la misma Varsovia la que quiere provocar un conflicto y que está utilizando la situación en la frontera para reforzar su dispositivo bélico.

Así lo ha indicado un comunicado del ministerio de Defensa ruso, compartido desde la agencia Ria Nóvosti, en el que se especifica que dos aviones Túpolev Tu-22M3 han patrullado el espacio aéreo del país vecino. "Hoy, noviembre 10, dos bombarderos de largo alcance Tu-22M3 de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas han realizado patrullas en el espacio aéreo de la República de Belorúsies. Durante el vuelo de las aeronaves, se ha comprobado la interacción con los puestos de control terrestres de las Fuerzas Armadas de Rusia y de la República de Bielorrusia", detalla el texto.

Vuelos regulares

De hecho, según señalan desde el departamento del gobierno de Putin, estos desplazamientos se producirán de manera "regular". "Si antes estos vuelos de la aviación estratégica tenían carácter cíclico, a partir de ahora se harán de manera regular", continúan. Con el fin de justificar la operación, el ministerio advierte que son "medidas de reacción adecuadas ante la situación creada tanto al aire como tierra" y que el ejercido de Bielorrusia reforzará la defensa antiaérea a las zonas limítrofes con los países de la OTAN, en referencia a Polonia, Lituania y Letonia.

Acusan Occidente de "imponer la democracia" en el Oriente Próximo

Los ministros de Exteriores ruso y bielorruso han escenificado hoy en Moscú la alianza que se ha formado entre ambos países con una reunión en que han expresado la confianza en que "las grandes potencias europeas" no se dejen acarrear a una espiral de confrontación "sumamente peligrosa". La cabeza|cabo|jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, que culpó esta semana Occidente de la crisis para intentar imponer la democracia en el Oriente Próximo y ha asegurado que "no hay ninguna otra salida que dialogar y determinar, basándose en hechos reales, qué pasó en realidad". "Bielorrusia ha propuesto más de una vez (...), mantener consultas, llegar a un acuerdo, solucionar estos asuntos sobre la base del derecho internacional", ha explicado.

La diplomacia rusa ha recuperado la tensión con el resto de Estados al calificar de "ilegítimas" las nuevas sanciones que discute la UE contra el régimen de Alexandr Lukaixenko, considerado el último dictador de Europa. Por su parte, el jefe de la diplomacia Bielorrusia, Vladímir Makéi, ha asegurado haber recibido "ciertas señales" de diálogo de Bruselas, pero inmediatamente se ha negado a participar en una posible conferencia convocada por Austria sobre el futuro de Bielorrusia, que ha considerado "a uno sin sentido". Ha acusado a Polonia de concentrar "a 15.000 militares" en la frontera bielorrusa para no permitir la entrada de "mujeres y niños" en Europa y ha detallado a la agencia oficial RÍA Nóvosti que Minsk que Minsk ha detenido cerca de 700 personas por intentar atravesar la frontera y desarticular once rutas de inmigración ilegal.

 

La UE ampliará sanciones a Bielorrusia

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen, ha afirmado este miércoles que la Unión Europea (UE) impondrá nuevas sanciones contra individuos y empresas de Bielorrusia "la semana que viene" por la situación a la frontera con Polonia.

"Ampliaremos nuestras sanciones contra Bielorrusia muy rápido, a principios de la semana que viene", ha dicho Von der Leyen en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, después de reunirse con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.

Ha afirmado, además, que por el que lo ha explicado este miércoles Biden, "los Estados Unidos tendrán en efecto sanciones (contra Bielorrusia) a principios de diciembre" por el mismo tema. "(Biden y yo) compartimos absolutamente la conclusión que este es un ataque híbrido de un régimen autoritario para intentar desestabilizar sus vecinos democráticos, y que no tendrá éxito", ha recalcado ella.

Ha añadido también que ha acordado con Biden "coordinar sus contactos con los países de origen" de los inmigrantes, la mayoría curdos procedentes de Siria e Irak, que llegaron lunes a la frontera con Polonia acompañados por efectivos de las fuerzas de seguridad bielorrusas.

 

Un Tu-22M3 ruso elevado / Max071086 - Wikimedia Commons