Más peligros y alarmas. La situación en Kosovo puede provocar una escalada "explosiva" en el centro de Europa a causa de la decisión de Pristina de imponer alcaldes elegidos en unos comicios boicoteados en varias localidades de mayoría serbia, ha alertado este lunes al ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov.

"Está gestándose una gran explosión en el centro de Europa", ha afirmado la cabeza de la diplomacia rusa en Nairobi, capital de Kenia, durante una sorprendente visita de trabajo de camino a una reunión de titulares de Exteriores del Foro BRICS en Sudáfrica, según recopilación Efe.

"Situación alarmante" en Kosovo

Lavrov ha llamado la atención sobre las decisiones tomadas por el presidente serbio, Aleksandar Vucic, de poner en estado de alerta las Fuerzas Armadas y concentrarlas al lado de la frontera con Kosovo, y ha afirmado que cuentan con el apoyo tanto del pueblo serbio como de los serbios que viven en el norte de Kosovo.

El ministro ruso ha afirmado que se trata de "una situación alarmante" y ha acusado Occidente de buscar "la sumisión total de todos aquellos que expresan de alguna manera su opinión propia".

¿Cuándo ha escalado la situación en Kosovo y por qué?

La situación en Kosovo se agravó la semana pasada a causa de los disturbios surgidos en tres municipios del norte del país, cuando manifestantes serbios intentaron impedir el acceso en los ayuntamientos a los alcaldes albanokosovares elegidos en abril.

Los serbios del norte de Kosovo no reconocen la autoridad de los nuevos alcaldes, elegidos a las pasadas elecciones, en que la participación fue de casi el 3% a causa del boicot de los políticos serbokosovares.

Las elecciones fueron organizadas por Pristina después de que los representantes de los serbokosovares se retiraran el noviembre pasado de las instituciones de Kosovo para denunciar la discriminación que, aseguran, sufren por parte del gobierno central.

Serbia no reconoce la independencia de Kosovo

Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses, proclamó en el 2008 su independencia, que Serbia no reconoce.

Los dos países negocian la normalización de sus relaciones sobre un nuevo plan de la Unión Europea, apoyado por los Estados Unidos, en un proceso interrumpido a menudo por el estallido de tensiones.

 

Imagen principal: tensiones en Kosovo / Efe