Mientras muchos países de la UE intentan combatir el aumento del tráfico y consumo de drogas, algunos miran a Portugal, para inspirarse sobre cómo reformar la respuesta médica y judicial a este problema. El mes de julio de 2001, el país despenalizó el uso personal y posesión de todas las drogas ilegales. En aquel momento, un 1% de toda la población era adicta a la heroína. Veinte años después, el país se ha convertido en un ejemplo. Los usuarios que toman drogas ya no son tratados como delincuentes sino como pacientes.

Portugal despenaliza la posesión personal de drogas

El año 2001, Portugal despenalizó la posesión personal de todas las drogas. Este hecho fue una parte de la reorientación más amplia de la política hasta un enfoque centrado a la salud. En cambio, la posesión de drogas para uso personal se trata como un delito administrativo, hecho que significa que ya no se castiga con prisión y no genera antecedentes, ni tampoco estigma. A pesar de todo, las drogas se confiscan y sí que se pueden generar sanciones administrativas, como multas o servicios comunitarios.

La decisión de aplicar esta sanción la deciden los paneles de distrito compuestos por profesionales del derecho, salud y trabajo social, expone un artículo publicado en Transform, Drug Policy Foundation. Se conocen como Comisiones para la disuasión de la adicción de las drogas. Cuando un individuo es enviado por primera vez y su uso se evalúa como no problemático, la ley requiere que el caso sea suspendido. Eso quiere decir que no se aplican más medidas. Si se identifican tendencias problemáticas, se proponen intervenciones breves, incluyendo asesoramiento. En los casos de riesgo alto, donde se identifican conductas problemáticas más graves y de dependencia, las personas pueden recibir derivaciones no obligatorias a servicios de tratamiento especializado. En este sentido, la gran mayoría de casos se suspenden. Las personas que van a estas Comisiones entienden que la voluntad es ayudar a reducir el uso y educar sobre los riesgos.

¿Por qué se ha convertido en una reforma pionera?

Según destaca el mismo artículo, la despenalización de la posesión personal es solo una parte de reformas más amplias de políticas de drogas centradas en la salud que involucran un enfoque en la reducción de daños y la provisión de tratamiento. Al aceptar la realidad del consumo, en vez de esperar que desaparezca con una legislación represiva, ahora la legislación portuguesa permite que las drogas sean tratadas como un problema de salud y no de justicia penal.

Portugal no fue el primer país a despenalizar alguna o todas las drogas. Ahora bien, es uno de los más destacados e influyentes. El modelo portugués fue clave en la despenalización de las drogas en Oregón, por ejemplo o la propuesta de Noruega.

¿Qué dicen los datos?

En los primeros cinco años después de las reformas, ya se empezaban a ver los resultados. El año 2011, según destaca la misma fundación, solo se registraron 10 muertos por sobredosis. En cambio, el año 2001, se registraron 76. El año 2001, las tasas portuguesas eran muy similares a las de la media europea. En términos reales, las tasas de mortalidad por drogas en Portugal siguen siendo unas de las más bajas de la UE: 6 muertos por millón entre personas de 15 a 64 años, en comparación con la media de la UE de 23,7 por millón (2019). Son prácticamente incomparables con las 315 muertes por millón de personas de 15 a 64 años experimentadas a Escocia, que es más de 50 veces mayor que las tasas portuguesas.

La reforma de la política de drogas en Portugal se combinó con un cambio en el enfoque de la educación sobre drogas, alejándose de las campañas basadas en la abstinencia de 'simplemente di no', constata la publicación. El consumo de drogas en escolares ha sido constantemente por debajo de la media europea durante los últimos veinte años.

 

 

Imagen principal: Lisboa / Unsplash