El presidente ruso, Vladímir Putin, ha anunciado este martes la suspensión del cumplimiento por parte de su país del START III o Nuevo START. Se trata del último tratado de desarme nuclear todavía vigente entre Rusia y los EE. UU. A pesar de todo, eso no impedirá alcanzar los objetivos de Rusia. Según ha asegurado, el país conseguirá "paso a paso" sus objetivos en Ucrania, a la vez que califica de "difícil" el momento que vive el país.

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En este sentido, Putin ha matizado que "Rusia no abandona, sino que solo suspende" el cumplimiento del tratado sobre reducción de armamento estratégico ofensivo que expira en el 2026. Así, ha expuesto que "si los EE. UU. realizan ensayos nucleares con nuevos tipos de armamento estratégico, Rusia también hará pruebas" de esta clase.

Una amenaza nuclear, pero a medias

"Por descontado, no seremos los primeros en hacerlo (...). Nadie tiene que acoger la peligrosa ilusión que la paridad global estratégica puede ser destruida", ha comentado. El líder ruso ha desvinculado, sin embargo, la decisión del actual conflicto en Ucrania y el apoyo de Occidente a Kyiv.

Por lo tanto, ha tildado de "teatro del absurdo" la declaración en que la OTAN demandó a Rusia que cumpla este tratado, cosa que incluye las inspecciones de sus instalaciones nucleares. Sobre este hecho, ha dicho que la Alianza Atlántica se convierta en parte del tratado, ya que, recordó, países como el Reino Unido y Francia también tienen arsenales nucleares.

En noviembre del 2022 los dos países iban a reanudar el diálogo estratégico en el Cairo, pero Rusia decidió a última hora posponerlo indefinidamente por la "falta de disposición" de Washington a tener en cuenta las prioridades rusas. Los Estados Unidos suspendieron el diálogo sobre el control de armas después de la intervención bélica de Rusia en Ucrania.

¿Las sanciones, un problema?

Rusia informó el mes de agosto pasado en Washington de su decisión de prohibir las inspecciones norteamericanas in situ de su arsenal de armas nucleares, al alegar dificultados para hacer lo mismo en los EE. UU. a causa de las sanciones occidentales relativas a los permisos y concesión de visados a funcionarios rusos.

En febrero del 2021, Putin y su homólogo norteamericano, Joe Biden, prorrogaron cinco años el último tratado de desarme nuclear vigente entre las dos potencias, que había sido firmado en el 2010.

El Nuevo START, que incluye específicamente un sistema de inspección de los arsenales, tenía que reducir un 30% el número de cabezas nucleares, hasta 1.550 por país. Además, limitó a 700 el número de misiles balísticos intercontinentales, el de los desplegados en submarinos y bombarderos estratégicos equipados para armamento nuclear. También redujo a 800 el de lanzadoras para misiles intercontinentales, lanzadoras submarinas para misiles balísticos y bombarderos estratégicos equipados para armamento nuclear, estén desplegados o no.

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, durante su discurso / Efe