El presidente ruso, Vladímir Putin, ha exigido el pago en rublos por el gas ruso vendido a países "enemigos", fijando como fecha límite el 31 de marzo. Todavía hay dudas e incertidumbres sobre esta cuestión, sin embargo, Alemania, que depende de Rusia para el 40% del suministro de gas, no se encoge y advierte a los grandes usuarios industriales de un posible racionamiento o cortes. Para tomar decisiones hay prisa, porque esta misma semana se cambia de mes. Precisamente por eso, este miércoles se habrían acelerado algunas conversaciones. ¿De momento, solo se habla de las exportaciones de gas pagadas en rublos, pero qué pasa con el petróleo, cereales, fertilizante, carbón o metales clave? ¿Podrían seguir los mismos pasos?

¿Quién tendría que pagar en rublos según Moscú?

La lista de países "enemigos" son los que han impuesto sanciones. Los acuerdos con empresas. Eso incluye los Estados Unidos, estados miembros de la Unión Europea, Reino Unido, Japón, Canadá, Noruega, Singapur, Corea del Sur, Suiza y Ucrania.

A pesar de todo, no es tan fácil como parece. Si el Kremlin insiste en que los contratos actuales en euros y dólares se cambien a rublos, estarán violando los protocolos internacionales. Alemania ha dicho que está preparada para racionar el suministro de energía en lugar de pagar el gas en rublos, hecho que probablemente hundiría la economía mayor de la UE y la haría entrar en una recesión.

Disputa entre Rusia y Alemania por los contratos

En este panorama incierto, se aceleran las conversaciones. Putin ha explicado este miércoles al canciller alemán, Olaf Scholz, y al primer ministro italiano, Mario Draghi, los motivos por los cuales Rusia ha tomado la decisión de cobrar el gas en rublos y aseguró que eso no afectará a los contratos con compañías europeas, según el Kremlin. "El cambio del mecanismo de pagos se implementa porque, en violación de las normas del derecho internacional, los países miembros de la UE congelaron las reservas en divisas del Banco de Rusia", ha explicado la presidencia rusa al reseñar la conversación telefónica este miércoles entre Putin y Scholz.

El mandatario ruso también ha conversado con el jefe del gobierno italiano, a quien también ha expuesto los detalles de esta medida, según ha dicho el mismo Kremlin a través de un comunicado. Según la presidencia rusa, Putin aseguró al líder alemán que esta decisión "no empeorará las condiciones establecidas en los contratos para las compañías europeas importadoras de gas ruso".

¿Putin afloja?

En este contexto, parece que los países europeos podrán seguir pagando el suministro de gas ruso en euros (por ahora). El representante del gobierno alemán, Steffen Hebestreit, también ha informado en un comunicado que Scholz y Putin hablaron por teléfono por iniciativa de este último para tratar la cuestión de los pagos a partir del 1 de abril. El líder ruso había anunciado hace una semana que los "países hostiles" tendrían que asumir el pago de energía procedente de Rusia en rublos, en lugar de euros o dólares. Sin embargo, Putin habría subrayado ahora que "para los socios de contrato europeos no cambiará nada".

¿Qué gana Putin haciendo pagar en rublos?

A consecuencia de la invasión rusa en Ucrania, el valor del rublo se desplomó. El valor de la moneda rusa ha ido sufriendo fluctuaciones desde hace unos 8 años, cuando Rusia se anexionó Crimea, el año 2014. Con el rublo cotizando a valores tan bajos, las exportaciones rusas generarían menos dinero por subsidiar servicios estatales y para financiar la guerra. Un rublo de más valor, no solo generaría más efectivo, sino que también es motivo de orgullo que las naciones comerciantes estén preparadas para pagar las exportaciones rusas en la moneda rusa. Una reserva mayor de rublos, generada por la demanda de productos, permitiría en el Kremlin desafiar el dominio de los EE.UU. Además, algunos analistas que recoge el The Guardian, han especulado que los dólares y euros son menos útiles para Moscú mientras se endurecen las sanciones.

 

Imagen principal: una mujer mira una comparecencia del presidente ruso, Vladímir Putin / Efe