¿Rusia podría quedarse sin drones? La guerra que el Kremlin está llevando a cabo podría verse afectada. Las limitaciones de las autoridades chinas impuestas en la exportación de drones y sus componentes a principios de septiembre afecta los suministros de estos en Rusia, que los necesita en grandes cantidades para la guerra, según ha revelado este lunes el diario ruso Kommersant, y recoge Efe. El Ministerio de Comercio de China anunció el 31 de julio pasado la imposición de controles de exportación a los drones que se pueden utilizar con hasta militares.

Según Kommersant, después del anuncio de las limitaciones, que entraron en vigor este 1 de septiembre, los fabricantes rusos consiguieron acumular "reservas considerables de componentes y esperan que los suministradores chinos puedan obtener licencias de exportación en Rusia", un proceso que podría demorar incluso un año.

Las vías paralelas no son posibles

La posibilidad de establecer una vía de importaciones paralelas también se ha visto dificultado por la decisión de Kazajistán, vecina en Rusia y China, de establecer procedimientos de importación más rigurosos delante de la presión de Occidente, que exige en Astaná no violar las sanciones impuestas en Moscú. La restricción impuesta por China afecta a los drones con una masa superior a los 4 kilogramos y sus componentes, destaca Efe.

"Ya se observa el déficit de algunos modelos, incluyendo los drones agrícolas, que pesan entre 30 y 40 kilogramos y de los cuales fines ahora solo se producen ejemplares aislados en Rusia", ha destacado el diario.

¿Por qué Rusia necesita tantos drones?

Además de las necesidades de la guerra, que Rusia cubre hasta ahora por medio de la importación de componentes occidentales a través de compañías fantasmas a terceros países o drones adquiridos en Irán, el gobierno ruso necesita gran cantidad de drones para satisfacer la demanda de equipos civiles de este tipo.

El junio pasado, recuerda la misma agencia de noticias, el gobierno ruso aprobó una estrategia de desarrollo de los sistemas de aviación no tripulada que prevé el incremento gradual de la producción de drones comerciales hasta un millón de unidades anuales para el 2035. Además, está previsto que para el 2036 el 80% de los sistemas aéreos no tripulados sean de fabricación rusa.

Este programa, que no menciona la creación de drones con finalidades militares, permitirá en Rusia poner en marcha empresas que produzcan sus componentes y los materiales necesarios para su fabricación, y los programas para su control.

El principal objetivo de esta estrategia es la creación de una nueva rama de la economía en los próximos seis años y medio, vinculada a la fabricación y el uso de drones de uso civil.