Las imágenes grabadas en vídeo dejan helado, como quedó el parapentista chino Peng Yujiang cuando se dispuso a probar un nuevo equipo de segunda mano y fue propulsado accidentalmente a una altura de 8.598 metros, casi la altitud del Everest (8.848,86 m), la montaña más alta del mundo. Peng fue arrastrado casi nueve kilómetros por una corriente ascendente generada por una nube cúmulo, después de sufrir una avería en su equipo que le impidió controlar el parapente. Todo el incidente fue grabado en vídeo por la cámara montada en el parapente y las imágenes publicadas en Douyin, la versión china de TikTok, muestran cómo Peng, que en ningún momento perdió el conocimiento, vuela por encima de las nubes, cerca de donde pasan los aviones comerciales, y se le ve afectado por congelaciones, lleno de carámbanos, mientras la temperatura bajaba a -40 grados, volando sin oxígeno suplementario e impotente ante la imposibilidad de controlar el parapente. El vídeo que se ha hecho viral a las redes sociales. "Sentí la falta de oxígeno. Tenía las manos congeladas fuera. Seguía intentando hablar por radio", dice Peng en el vídeo de Douyin, después de aterrizar sano y salvo a 33 kilómetros de su punto de despegue.

Afectado por una "succión de nubes"

El incidente ocurrió el sábado pasado 24 de mayo de 2025, en la región de las montañas Qilian, situadas sobre la meseta tibetana, entre las provincias chinas de Qinghai y Gansu. Peng elevó desde una zona situada además de 3.000 metros de altitud, y durante el vuelo, una fallo en su equipo lo dejó a merced de una extraña corriente que elevó el parapente a casi nueve kilómetros en pocos minutos. Las capturas de pantalla del rastreador de vuelo GPS de Peng muestran que elevó en las 12.19 p. m. desde las montañas Qilian, un área que alberga una base de parapente del gobierno. Aproximadamente 20 minutos después del despegue, Peng quedó atrapado en lo que los expertos dicen "succión de nubes", un fenómeno raro y peligroso en parapente, donde fuertes corrientes ascendentes dentro de una nube cumulonimbos empujan a los pilotos rápidamente hacia arriba.

Ascenso a 9,7 metros por segundo

Los datos de su rastreador de vuelo muestran que fue elevado a una altitud máxima de 8.598 metros, con una velocidad de ascenso máxima de 9,7 metros por segundo (aproximadamente 35 kilómetros por hora). Durante el ascenso, Peng experimentó temperaturas de hasta -40 °C y niveles de oxígeno críticamente bajos, lo cual le provocó síntomas de hipoxia y congelaciones visibles en las manos. No obstante, consiguió mantenerse consciente y grabar en vídeo todo el suceso. Finalmente, consiguió maniobrar el parapente y aterrizar de manera segura. Su supervivencia se considera un hecho extraordinario, dado que pocas personas consiguen sobrevivir en condiciones tan extremas. "Una persona normal no puede exponerse a 8.000 m sin oxígeno, por lo que eso no es una cosa que pueda hacerse voluntariamente," declaró un funcionario de la oficina deportiva, según Sixth Tone, un periódico digital que pertenece al conglomerado de medios estatales Shanghai United media Group. Según recoge la agencia Efe, un parapentista experimentado, de apellido Ou y citado por los medios del país asiático, explicó que los vuelos a gran altitud requieren equipamiento especializado para bajas temperaturas, dado que a 2.000 metros el clima ya es muy frío.

La altitud de Peng se acercó al récord mundial de supervivencia de un vuelo de este tipo sin oxígeno suplementario. En 2007, la parapentista alemana Ewa Wiśnierska se elevó a 9.946 metros durante un vuelo de entrenamiento en Australia después de quedar atrapada en una corriente ascendente similar de cumulonimbos. Perdió el conocimiento durante casi 40 minutos, pero posteriormente recuperó el control y aterrizó con solo una leve congelación.

Sin plan de vuelo ni autorización

Este miércoles, la Asociación de Deportes Aéreos de la Provincia de Gansu confirmó que el vuelo de Peng Yujiang no había sido aprobado oficialmente. Peng declaró a las autoridades que estaba realizando un entrenamiento de parapente en tierra (que no requiere autorización) cuando fuertes vientos lo elevaron por el aire. La asociación lo clasificó como un accidente, no como uno  vuelo ilegal, y suspendió a Peng de volar durante seis meses. Las autoridades chinas han abierto una investigación sobre el incidente, ya que Peng no presentó el plan de vuelo requerido ni obtuvo autorización previa para utilizar el espacio aéreo en la zona de despegue, a pesar de contar con una licencia válida para la práctica del parapente. Según la normativa nacional de parapente de China, todos los vuelos tienen que obtener la aprobación previa del control de tráfico aéreo local. Por eso, según Sixth Tone, Peng se recupera sin complicaciones graves de salud y ha rechazado las solicitudes de entrevista. Según medios nacionales, ha pedido al público que deje de amplificar el incidente, afirmando que quiere evitar que la situación se agrave.