El estado de Maine, en el norte de Estados Unidos, se ha convertido en el segundo a excluir al expresidente Donald Trump de las primarias en el ámbito estatal del Partido Republicano de cara a las elecciones presidenciales previstas para el 2024. La secretaria de Estado de Maine, Shenna Bellows, ha decidido expulsar Trump al considerar que "no es un candidato elegible" por su rol en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, y apelando a la enmienda 14 de la Constitución, que prohíbe a personas que han participado en una insurrección ocupar un cargo de elección popular. La decisión de Bellows llega después de que el Tribunal Supremo del estado de Colorado, en una decisión histórica, dictaminara a favor de expulsar al republicano de las primarias de su partido.

"No llego a esta conclusión a la ligera. La democracia es sagrada (...) Soy consciente de que ningún secretario de Estado ha privado nunca a un candidato presidencial del acceso a las urnas, basándose en la sección tres de la Decimocuarta Enmienda. No obstante, también soy consciente de que ningún candidato presidencial ha participado nunca en una insurrección", ha manifestado.

El asalto al Capitolio

La secretaria de Estado de Maine -democràta- ha afirmado que ha llegado a la conclusión que Trump "en el transcurso de varios meses, y culminando el 6 de enero de 2021, utilizó una narrativa falsa de fraude electoral para inflamar a sus partidarios y los dirigió en el Capitolio para evitar la certificación de las elecciones de 2020 y la transferencia pacífica de poder". Además, Bellows ha afirmado que el exmandatario "era consciente de la probabilidad de violencia y, al menos inicialmente, dio apoyo a su uso dado que la animó con una retórica incendiaria y no tomó ninguna medida oportuna para detenerla". Por eso, ha considerado que "las peticiones" a sus simpatizantes que "sean pacíficos y den apoyo a la aplicación de la ley (...) no borra su conducta".

"Los acontecimientos del 6 de enero de 2021 fueron trágicos y sin precedentes. Fueron un ataque no solamente al Capitolio y a los funcionarios de Gobierno, sino también al Estado de derecho. Las pruebas aquí demuestran que ocurrieron a instancias del presidente saliente y con su conocimiento y apoyo. La Constitución estadounidense no tolera un ataque a los cimientos de nuestros gobiernos", reza un documento en el cual indica que eso lo "obliga" a actuar en respuesta.

La respuesta de Donald Trump

La respuesta del entorno de Trump no se ha hecho esperar. El equipo de campaña del expresidente, que ha anunciado que apelará la decisión, ha denunciado la medida y ha atacado en Bellows, en la cual ha tildado de "zurda virulenta y una demócrata hiperpartidista que apoya" al presidente estadounidense, Joe Biden, según informa el diario The Hill. "Estamos siendo testigos, en tiempo real, del intento de robo de una elección y de la privación del derecho en el voto del votante estadounidense. No se equivoquen, estos esfuerzos partidistas de interferencia electoral son un asalto hostil a la democracia de los Estados Unidos", han apuntado. Donald Trump puede apelar la decisión, y se espera que sea el Tribunal Supremo de los Estados Unidos el que resuelva la cuestión, ya que otros estados han rechazado este posicionamiento, como Michigan o Minnesota.