El 9 de septiembre un gran incendio destruyó el campo de refugiados de Moria, el mayor de Europa, en la isla griega de Lesbos, obligando a evacuar a sus más de 12.000 habitantes. Desde entonces, la mayoría han ido viviendo en las inmediaciones del campo e incluso en el parking de un supermercado próximo. Ahora restan a la espera de ser realojadas en un campo que podría ser un 'Moria 2', construido en cinco días en un antiguo campo de tiro y con capacidad para unas 8.000 personas.

"Hasta ahora vivían en el campo unas 12.000 personas en estructuras de madera que se habían hecho ellos mismos", detalla Daniel Larios, cooperante de Better Days. "Ahora, la policía intenta con presión hacer que estas personas vuelvan a entrar en el campo que se ha construido. Lo hacen con presión psicológica y chantaje, asegurándoles que si no entran no podrán conseguir el asilo de ninguna manera".

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El campo de refugiados Moria después del incendio de la semana pasada / Efe

El cooperante explica que el gobierno griego ya ha desplegado antidisturbios que, de hecho, son los que tienen que intentar "convencer" a los refugiados para que entren y también los que los custodien.

Larios explica que Moria era una antigua prisión con capacidad para tener unas 3.000 personas pero hace unos cinco años que esta cifra se superó y empezó a expandirse por los campos de olivos de los alrededores. Según el gobierno griego, la intención sería ahora la de construir un centro provisional con capacidad para unas 6.000 personas. De momento, sin embargo, aunque ya se habría firmado el acuerdo, siguen poniendo tiendas cerca del mar. "Las tiendas no tienen ni ventiladores, ni calefacción, no hay lavabos, ni duchas, duermen en el suelo, sin palés ni colchones," detalla. "No se quejan por la comida, se quejan de que no quieren volver a vivir igual. Piden una libertad".

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Después del incendio de Moria, algunos migrantes caminaban para intentar entrar en otro campo de Lesbos, el Kara Tepe / Efe

No se ha especificado si será un campo abierto o cerrado, pero Larios expone que se ha instalado un alambre espinoso y se ha movilizado un cuerpo de 350 policías especializados con un comandante desde Atenas para garantizar la "seguridad" del campo.

¿Qué pasa con el coronavirus?

Condiciones infrahumanas, dejadez administrativa y falta de una política migratoria común. A todo eso, hay que añadirle la crisis actual del coronavirus. Para entrar en el nuevo campo también hay que pasar un test de Covid. "Si una persona da positivo, tiene que hacer cuarentena toda la familia, aunque los otros no hayan dado positivo. Y lo tienen que pasar juntos", comenta. "Las tiendas de cuarentena y las que no, están a tocar".

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Fotografía del nuevo campo de Lesbos, después del incendio de Moria / Efe

Si consiguen llegar hasta Atenas no lo tienen más fácil. "No tienen ayudas, no tienen nada" y expone que "con 150 euros –por persona mayor de 18 años que vive fuera del campo pero ha pasado por uno– acaban malviviendo en la calle".

Después de años de trabajo, la ONG Better Days se ha encargado y ha procurado que en Moria no haya menores no acompañados. De hecho, está en contacto permanente con los gobiernos griego y catalán para facilitar la relocalización.

Catalunya quiere acoger

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha ofrecido Catalunya para poder acoger refugiados provenientes del campo de Moria, en Grecia. Así, se compromete a acoger un mínimo de 100 personas refugiadas y 20 menores. 

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Niños y niñas juegan en medio de la calle después de que un incendio arrasara el campo de refugiados de Moria / Efe

De hecho, El conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, Bernat Solé, ha reclamado este jueves a los estados europeos "una respuesta urgente" para acoger refugiados de Moria. El conseller lo ha trasladado a la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, a quien ha pedido que se cumpla el compromiso europeo de acogida. En la conversación, en la cual González Laya se ha comprometido a dar respuesta los próximos días, Solé también le ha comunicado que "Catalunya quiere ser parte de la solución".

 

Imagen principal: los refugiados, después del incendio de Moria, malviven en la calle, cerca del campo Kara Tepe