Trump continúa en el punto de mira y no precisamente por la campaña electoral de los comicios de noviembre, sino por las elecciones de hace 8 años. Donald Trump “orquestó un plan criminal para corromper las elecciones presidenciales de 2016” en sus esfuerzos por encubrir una presunta relación con la estrella de cine para adultos Stormy Daniels, ha dicho este lunes la fiscalía en su declaración inicial en el juicio penal del expresidente, con la defensa respondiendo que “no hay nada malo en intentar influir en una elección: se llama democracia”.

Después de las declaraciones iniciales de las dos partes, el histórico juicio también escuchó brevemente su primer testimonio, David Pecker, exeditor del National Enquirer y hombre en el centro de los presuntos crímenes de Trump.

Un jurado compuesto por siete hombres y cinco mujeres que viven en Manhattan sopesará si los supuestos esfuerzos de Trump por esconder una aventura con Daniels, que creía que perjudicaría su candidatura a la Casa Blanca, fueron ilícitos. Trump fue acusado en primavera del 2023 de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales.

Dinero por silencio

El caso, presentado por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, gira en torno a un pago de 130.000 dólares que el exabogado y reparador de Trump, Michael Cohen, hizo a Daniels para mantener su historia en secreto. Bragg sostiene que Trump ocultó la verdadera naturaleza del pago a los registros comerciales, al describir los reembolsos a Cohen como gastos legales.

En las declaraciones de apertura del lunes, el fiscal Matthew Colangelo dijo al jurado que Trump invitó a su amigo Pecker a una reunión en la Torre Trump el verano de 2015. Trump se había postulado hacía poco para el nombramiento republicano de 2016, y Colangelo dijo que Trump, Cohen y Pecker idearon un plan para mantener la información perjudicial sobre Trump fuera de la prensa.

Según la fiscalía, Pecker aceptó publicar información perjudicial en el National Enquirer sobre sus oponentes —incluido un artículo que afirmaba, falsamente, que el senador Ted Cruz tenía conexiones familiares con el asesinato de JFK—, así como comprar historias negativas con el expreso propósito de impedir que fueran publicadas.

La defensa de Trump

La defensa de Trump ha asegurado este lunes que su cliente es “inocente” y que actuó bajo el paraguas de la “democracia”. “Tengo una alerta de espóiler: no hay nada malo en intentar influir en unas elecciones. Se llama democracia. Intentan hacer una cosa siniestra”, ha dicho el abogado Todd Blanche, encargado de abrir la primera jornada de la fase de alegatos iniciales por parte de la defensa de Trump.

Blanche ha sostenido que los pagos realizados a Michael Cohen, exabogado que trabajó para Trump hasta el 2017, por un valor de 420.000 dólares se realizaron para compensar sus “servicios” legales y no para compensarlo por orquestar un plan con el que esconder información que pudiera perjudicar al exmandatario, como ha alegado la Fiscalía.