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Italia ha confiscado el superyate Scheherazade que se encontraba en un astillero de Marina di Carrara (Toscana) y que, según el equipo de investigación del encarcelado líder opositor ruso, Aleksei Navalni, pertenece al presidente ruso, Vladímir Putin. Han informado de ello fuentes gubernamentales italianas. El yate, que ya era objeto de una investigación por parte de la Policía italiana, ha sido confiscado a raíz de las sanciones europeas a los oligarcas rusos por la invasión de Ucrania. De momento, sin embargo, el gobierno italiano no ha comunicado oficialmente quién es el propietario de la desorbitada embarcación.
Según los periodistas del equipo de Navalni, la embarcación, de más de 140 metros y con bandera de las islas Caiman, pertenece a Putin aunque formalmente estaría a nombre del oligarca Eduard Khudaynatov, expresidente de Rosneft (empresa petrolera) y propietario también de la mansión Villa Altachiara, en Portofino (Liguria), pero que no figura en la lista de multimillonarios rusos sancionados.
Concretamente, el yate Scheherazade se encontraba desde el septiembre pasado en el astillero de Marina di Carrara para recibir una serie de trabajos de mantenimiento a un coste de unos seis millones de euros. Así, inicialmente se esperaba que estuviera a punto para navegar a mediados de junio, según han explicado medios de comunicación italianos. Los colaboradores de Navalni han subrayado que todos los tripulantes del yate, menos el capitán, tienen ciudadanía rusa.
El yate de lujo, que dispone de piscina, gimnasio y dos helipuertos e incluso un hangar, es considerado el único de más de 140 metros de eslora en el mundo. Oficialmente, el propietario de esta embarcación de proporciones gigantescas es desconocido, pero la oposición rusa apunta hacia el líder ruso, Vladímir Putin. Con todo, desde que se aprobaron las sanciones, Italia ha confiscado tres yates más a oligarcas rusos, además de numerosos bienes inmobiliarios por valor de centenares de millones de euros.
El superyate Scheherazade
El sitio web SuperYachtFan estima que el supuesto yate de Putin tiene un valor de 700 millones y está equipado con dos helipuertos. Además, está cubierto de cúpulas de satélite. Dentro, las fotografías que hizo un exintegrante de la tripulación revelan que hay una piscina con una cubierta retráctil que se convierte en pista de baile. También hay un gimnasio completamente equipado y grifos bañados en oro en los baños.
En el exclusivo mundo de los superyates más grandes del mundo, sólo 14 tienen al menos 140 metros de largo o 459 pies de eslora. El nombre del propietario de este yate, sin embargo, nunca ha sido identificado públicamente, hecho que ha invitado a la especulación. Los rumores señalan que podría pertenecer a un multimillonario del Oriente Medio o a un oligarca ruso, entre los cuales figura el nombre del máximo dirigente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin. Otros, como el equipo de investigación del opositor ruso Aleksei Navalni, lo tienen más claro, el yate pertenece a Putin.