La situación cada vez es más tensa en Hong Kong : aunque no se paran los episodios violentos, no faltan los episodios violentos y los choques con la policía. Decenas de miles de personas han salido hoy a la calle bajo la lluvia, en el distrito financiero, aunque la policía había prohibido la concentración. Los manifestantes han intentado manifestarse delante de la sede de la Oficina de Enlace, el organismo que representa al gobierno de Pekín en Hong Kong. La amenaza de una intervención china cada vez es más fuerte.

Después de dos horas de protestas, empezaron los incidentes: la policía intentó dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos, y un opositor lanzó un cóctel molotov. Los antidisturbios respondieron con el lanzamiento de agua con tinta mediante cañones, con el objetivo de facilitar la identificación de los manifestantes, que se arriesgan a una pena de 3 a 5 años por un delito de manifestación ilegal. Los manifestantes han acabado levantando barricadas en torno al cuartel general de la policía y las han incendiado.

Ha asistido a la concentración Joshua Wong, el activista del grupo democrático Demosisto, que acababa de ser puesto en libertad bajo fianza tras ser detenido ayer.

La marcha había sido originalmente convocada por el Frente Civil de los Derechos Humanos, pero este decidió desconvocarla después de la prohibición. Algunos activistas intentaron burlarse la interdicción presentando las protestas como una marcha religiosa, porque los actos religiosos no necesitan autorización gubernamental, pero la policía advirtió que consideraría manifestación ilegal cualquier concentración de más de 30 personas... A pesar de todo, algunos manifestantes han optado por esgrimir imágenes religiosas y cantar himnos eclesiásticos.

La prensa oficial china ha empezado a amenazar repetidamente con una intervención de las fuerzas policiales del gobierno chino en caso de que las fuerzas de Hong Kong no sean capaces de controlar los disturbios. La prensa china no deja de acusar a los manifestantes de ser manipulados por una "mano negra" (en referencia a Gran Bretaña y Estados Unidos).