Estado Islámico puso en marcha el año pasado una importante campaña de reclutamiento dirigida a militantes de Tayikistán y otros países del Asia central y específicamente miembros experimentados de grupos existentes con una larga historia de atentados terroristas, según han dicho los servicios de inteligencia occidentales y recoge The Guardian.

Se cree que tres de los cuatro hombres detenidos por las fuerzas de seguridad rusas por el ataque a una sala de conciertos de Moscú el pasado viernes por la noche son ciudadanos tayikos o de origen tayiko. Los vídeos del interrogatorio de cuatro presuntos atacantes detenidos por las fuerzas de seguridad rusas mostraban al menos a uno hablando en tayiko.

Estado Islámico reclama la autoría del atentado en Moscú

Estado Islámico ha reivindicado el atentado en Moscú, que ha matado a 137 personas, y ha publicado dos declaraciones que describen su operación como "un golpe poderoso contra Rusia" y que han presumido repetidamente de matar cristianos. El grupo también ha publicado imágenes gráficas aparentemente hechas por los atacantes mientras abrían fuego contra los asistentes al concierto. No obstante, Moscú ha intentado culpar en Ucrania del ataque, una afirmación que Kyiv niega firmemente.

La inteligencia compartida en un informe reciente de las Naciones Unidas sobre las actividades del Estado Islámico revela que durante los últimos doce meses, la filial local del grupo en Afganistán había conseguido reclutar a militantes destacados de Jamaat Ansarullah, un veterano grupo islamista extremista de Tayikistán, así como de otros grupos en el centro de Asia, destaca el mismo diario. La provincia de Khorasan del Estado Islámico, que es el nombre utilizado por algunos gobernantes islámicos para describir Afganistán y la región circundante, también ha creado un canal de Telegram y ha utilizado varias otras plataformas de redes sociales para difundir propaganda dirigida a los tayikos y otros pueblos de la región.

A principios de este mes, las fuerzas de seguridad rusas mataron a dos ciudadanos kazakos que, según decían, planeaban un ataque relacionado con el Estado Islámico en una sinagoga en una operación en la región de Kaluga, en el suroeste de Moscú. Según el mismo diario, el informe de la ONU ha señalado que la guerra en Gaza ha proporcionado una oportunidad potencial para reclutar grupos islamistas extremistas, pero que Estado Islámico se ha visto obligado a equilibrar la hostilidad en Hamás con el deseo de fomentar la violencia contra los enemigos de larga fecha.