Nilufar Hamedi, la primera periodista que sacó a la luz la muerte de la joven de 22 años, Mahsa Amini, fue detenida este sábado en su casa y trasladada a una prisión desconocida. Junto con Amini, también fueron detenidas otra reportera y una fotógrafa. La noticia de la detención lo ha publicado su propio diario, el Shargh Daily. Pero no fueron las únicas, el Comité para la Protección de los Periodistas ha reportado la detención de al menos de 17 informadores en Irán desde que empezaron las protestas. Por su parte, la Asociación de Periodistas de Teherán también ha denunciado la detención de 10 periodistas de los medios de comunicación de la región desde que empezaron las protestas.

 

"Es necesario enfatizar por enésima vez que, desde un punto de vista profesional, la cobertura de protestas no es diferente de la cobertura de terremotos, inundaciones, inauguraciones de fábricas o a la publicación de estadísticas de divorcio", dijo la asociación de la capital, que reclamó la liberación de sus "compañeros". Además, el conocido activista Hossein Ronaghi, que compartía vídeos e informaciones de las protestas en redes sociales, también ha sido detenido. Nueve días después de la muerte de la joven de 22 años las protestas siguen sacudiendo Irán. Además de detenciones de periodistas, también se han arrestado centenares de asistentes a las protestas, la provincia de Guilan informó este sábado de la detención de 736 "alborotadores". En estos nueve días también 41 personas han muerto, según la televisión estatal, las autoridades de momento no han informado del número de muertos.

Nuevas protestas en apoyo al gobierno

El gobierno iraní ha organizado este domingo nuevas marchas en apoyo al régimen, repitiendo lo que ya hicieron el viernes, cuando miles de iraníes se marcharon en defensa del velo islámico y en oposición a las protestas por la muerte de la joven de 22 años. Amini fue detenida el martes de la semana pasada por|para el renombre "Policía de la moral" a Teherán, donde se encontraba de visita, y fue trasladada a una comisaría para asistir a "una hora de reeducación" para llevar mal el velo. Murió el viernes 16 en un hospital donde llegó en coma después de sufrir un ataque al corazón, que las autoridades han atribuido a problemas de salud, una cosa desmentida por la familia. Las protestas después de conocerse su muerte y desde entonces se han repetido manifestaciones a lo largo del país y fuertes choques con las fuerzas de seguridad.

El presidente iraní, Ebrahim Raisí, este sábado hizo un llamamiento a actuar de manera "decisiva" contra los cuales se oponen a la seguridad y tranquilidad del país" y pidió que "se separe la protesta y la perturbación del orden público". El gobierno del ultraconservador Raisí ha aumentado en los últimos meses la presión para que las mujeres cumplan con las estrictas reglas de vestimenta y usen bien el velo, obligatorio desde la revolución de 1979 liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní. Entre las medidas que se han tomado desde el gobierno ha sido la cancelación de las clases presenciales en las universidades de Teherán, que, de momento, las harán online, a pesar de la mala conexión en internet actual.