Los primeros camiones de distribución urgente de las vacunas contra la Covid-19 han salido de la planta Pfizer de Portage (Michigan, EE. UU.). En su interior se encuentran los contenedores con las dosis que se repartirán por todo el país a partir del lunes, destinadas a los primeros miembros de los grupos de riesgo, es decir, trabajadores e ingresados en residencias de personas mayores y personal sanitario.

Los camiones de los operadores logísticos FedEx y UPS han empezado a abandonar la planta farmacéutica a primera hora de la mañana. Ambas empresas están colaborando de forma conjunta para facilitar la distribución de los viales, que se tienen que mantener durante todo el trayecto en temperaturas ultra frías. Sin embargo, en un primer momento, se calcula que tendrían que salir cerca de 3 millones de dosis de las plantas Pfizer de Michigan y  Wisconsin, una cantidad insuficiente para cubrir las necesidades más urgentes del país.

Según el jefe de la Operación Warp Speed (Más rápido que la velocidad de la luz), la general del Ejército Gustave F. Perna, está previsto que el lunes por la mañana lleguen a 145 de los 600 puntos de vacunación del país. El resto de puntos deberían recibir sus dosis al cabo de uno o dos días, con lo que los 50 estados del país ya tendrían acceso en mayor o menor medida.

El Gobierno americano espera que la cadena de producción y distribución mantenga una "cadencia constante" con el fin de poder administrar un total de 40 millones de dosis hasta finales de este año. No obstante, éstas servirían para inmunizar a menos de 20 millones de personas, ya que se requieren dos inyecciones por persona con tres semanas de separación.

Así es como se inicia la mayor campaña de vacunación de la historia de los Estados Unidos, que ha dejado casi 300.000 muertos en el país y más de 1,6 millones en todo el mundo.