La alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, ha anunciado la apertura inminente en la capital francesa de un campamento humanitario para refugiados ajustado a las normas de la ONU. Hidalgo ha asegurado que su deseo es que esté operativo "cuanto antes mejor", y que, por lo tanto, podría entrar en funcionamiento dentro de un mes y medio. Este centro respetará las condiciones reglamentarias dictadas por la ONU, cosa que significa implantar alojamientos modulares que puedan instalarse rápidamente y que cuenten con todo el confort necesario.

Esta propuesta de París tiene sintonías con las que ha hecho el Ajuntament de Barcelona con respecto a los refugiados. De hecho, es bien conocido que Barcelona se ha declarado desde los inicios de la crisis humanitaria como una 'ciudad refugio' para todos aquellos que huyen de guerras como la de Siria y que ha asegurado que los refugiados son bienvenidos en la ciudad, con pancartas de "Refugees Welcome" colgadas desde el edificio de la plaza Sant Jaume. 

Una de las propuestas más parecidas a la que hoy ha hecho la alcaldesa de París es el programa "Barcelona, ciutat refugi" que el Ajuntament presentó a finales de septiembre. La previsión de este plan era acoger a unos 600 refugiados en el edificio habilitado del Fòrum para hacer una primera fase de recepción, con una duración que no se alargaría más allá de doce horas, y durante la cual se les cogería la afiliación y se les prestaría atención médica, social y psicológica.

Una vez pasado este primer paso de recepción, se los trasladaría a varios centros de acogida donde los refugiados estarían entre siete y diez días, se les facilitará la estancia con servicios básicos apropiados a sus necesidades y costumbres, para seguidamente orientarlos hacia su integración en la misma ciudad o en otros municipios y establecerlos en un alojamiento definitivo.

Sin embargo, pocos días después la Generalitat rectificó al Ajuntament y anunció que en sus previsiones para los refugiados no se incluía la utilización de este equipamiento.

Más tarde, sin embargo, el Govern anunció cuáles serían las tres ciudades que serían punto de refugiados, entre las cuales había Barcelona, pero también Manresa y Tiana. En el caso de la capital catalana, la vivienda habilitada es la Casa Bloc, situada dentro del distrito de Sant Andreu. Este es ahora el punto desde el cual el Departament de Benestar quiere hacer la primera recepción de refugiados, para después redistribuirlos por todo el territorio catalán.