La ciudad de Tamra, situada en el norte de Israel y habitada principalmente por ciudadanos palestinos de Israel, vivió una tragedia sin precedentes cuando un misil iraní impactó en una zona residencial la noche del sábado, matando a cuatro civiles. La víctima principal fue la familia Khatib: Manar Khatib, profesora local, sus dos hijas Shatha (13 años) y Hala (20 años), y una prima, Manar Diab. El marido de Manar, Raja, y la hija más pequeña, Razan, sobrevivieron porque la niña dormía a la única habitación de la casa que funciona como refugio, destaca la CNN.
Aunque el norte de Israel ha sufrido en el pasado algunos ataques con cohetes provenientes del Líbano, es la primera vez que Tamra recibe un impacto directo, lo que ha dejado a la comunidad en estado de choque e indignación. Al día siguiente, el ambiente en el pueblo era de tristeza profunda, agravada por la falta de refugios antiaéreos, una desigualdad que los ciudadanos palestinos de Israel denuncian desde hace tiempo. Solo el 40% de los 37.000 habitantes de Tamra disponen de un espacio protegido en casa, y no hay refugios públicos, a diferencia de muchas otras ciudades israelíes.
El alcalde de Tamra, Musa Abu Rumi, explicó que, ante la falta de protección, se han abierto escuelas para acoger a vecinos que no se sientan seguros en casa. Aprovechó también la visita de ministros del gobierno israelí para denunciar el abandono institucional y pedir un trato igualitario entre ciudadanos judíos y palestinos dentro de Israel.
Diferencias estructurales entre comunidades judías y árabes
Según el Instituto de Democracia de Israel (IDI), este ataque ha puesto de manifiesto las diferencias estructurales entre comunidades judías y árabes dentro del país. Aunque la ley obliga a construir refugios en edificios nuevos desde los años noventa, muchas poblaciones árabes en el norte no disponen de las infraestructuras necesarias para proteger a sus habitantes en caso de emergencia. La Asociación para los Derechos Civiles en Israel también ha denunciado esta desigualdad, afirmando que la defensa civil en zonas árabes ha sido históricamente ignorada.
Además del dolor por lo que ha pasado, los residentes de Tamra han tenido que enfrentarse también a reacciones racistas. En vídeos compartidos en redes sociales, se pueden ver a ciudadanos judíos de un pueblo próximo, Mitzpe Aviv, celebrando el ataque contra Tamra y gritando "que queme vuestro pueblo". Estas imágenes han sido ampliamente criticadas, tanto por miembros árabes como judíos del parlamento israelí, que las han calificado de vergonzosas y reflejo del creciente racismo y polarización en la sociedad israelí.
In the city of Tamra (pop.37k) where four women from one family were killed when a missile hit their home yesterday, there are zero public shelters. In the nearby Jewish community of Mitzpe Aviv (pop. 1,1k), there are 13 public shelters. This is not a matter of fate, it is policy https://t.co/HIbdmLCtjl
— Ame Kaufman (@AmiKaufman) June 15, 2025
También se han difundido vídeos de palestinos en Jerusalén Este celebrando los ataques iraníes contra Tel Aviv. Uno de estos residentes fue detenido, hecho que el ministro de seguridad nacional, Itamar Ben Gvir, aplaudió, advirtiendo que cualquiera que celebre con el enemigo será castigado.
Mientras el miedo a nuevos ataques persiste, los habitantes de Tamra intentan recuperarse del trauma. Vecinos como Manal Hijazi han relatado escenas escalofriantes, como ver a niños atrapados bajo los escombros. Otros, como Raghda, una antigua alumna de Manar Khatib, vivieron el ataque con sus hijas pequeñas en casa. "Todavía estoy temblando. No volveré a dormir aquí esta noche", dijo y recoge la misma cadena estadounidense. El ataque a Tamra se ha convertido no solo en una tragedia local, sino también en un símbolo de la desigualdad, la tensión social y el racismo que se intensifican en medio del conflicto entre Israel e Irán.