Hay pueblos que parecen haber parado el tiempo. Calles estrechas de piedra, portales adintelados, restos de murallas y plazas que respiran historia en cada esquina. Uno de estos rincones es Salàs de Pallars, en el corazón del Pallars Jussà, un pueblo pequeño y tranquilo que todavía conserva su fisonomía medieval casi intacta. ¿Lo mejor de todo? Que puedes llegar fácilmente en transporte público, ideal para una escapada sin prisas este verano. Acomódate a La Gandula de ElNacional.cat y déjate cautivar.

Situado junto al Pantà de Sant Antoni y muy cerca de Tremp, Salàs de Pallars, con poco más de 350 habitantes, es una joya del Pirineu lleidetà. Su estructura urbana todavía mantiene el trazado de cuando, en el siglo XI, se construyó la villa cerrada amurallada. Paseando por sus calles empedradas, te rodea la sensación de entrar en un escenario histórico: portales como el de Soldevila o el del Vall, plazas pequeñas y silenciosas y fachadas de piedra que conservan el encanto de otros tiempos.

Uno de los grandes atractivos de Salàs es su conjunto de tiendas-museo, un proyecto cultural único que te transporta a la cotidianidad de nuestros abuelos y abuelas. Tiendas de comestibles, farmacias o barberías recuperadas tal como estaban hace décadas, llenas de detalles y objetos originales. Es un viaje directo a la vida rural catalana del siglo XX, y vale mucho la pena hacer la ruta guiada.

Pero Salàs también es naturaleza: a pocos minutos del pueblo tienes el Pantà de Sant Antoni, perfecto para hacer un pícnic, refrescarte o disfrutar de actividades acuáticas. Y si eres de los que les gusta andar, desde Salàs salen varios caminos y rutas de senderismo que conectan con pueblos vecinos como La Pobla de Segur o Talarn, rodeados de montañas y paisajes que invitan a desconectar.

¿Cómo llegar?

Llegar es fácil incluso si no tienes coche. Puedes coger un tren de la línea Lleida – La Pobla de Segur, la línea RL2, conocida como el Tren dels Llacs, que te deja a la estación de Salàs de Pallars, y desde allí, en poco más de 15 minutos andando, ya estás en el centro del pueblo. Este tren es un recorrido histórico y panorámico donde disfrutarás de vistas impresionantes. Un tren que circula entre montañas, pasando por puentes, túneles y por el medio de espectaculares desfiladeros. Este trayecto ya es, por sí mismo, una experiencia.

Este verano, si quieres hacer una escapada diferente, Salàs de Pallars te ofrece historia, tranquilidad y belleza sin filtros. Un pueblo pequeño que te acogerá como si el tiempo se hubiera detenido y dónde cada rincón tiene una historia por explicar.