El Bisaura es una subcomarca de Catalunya, enclavada entre Osona y el Ripollès, y formada por 5 municipios milenarios: Sant Quirze de Besora, Montesquiu, Sora, Vidrà y Santa Maria de Besora. Y es un lugar extraño, porque esconde una belleza que quita el aliento, y sin embargo no está masificada turísticamente como otros enclaves preciosos de Catalunya.

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Por este motivo es una gran opción para una salida de uno o dos días, en los que visitar no solo los pueblos del Bisaura y su historia, sino cualquiera de las múltiples rutas senderistas de la zona, que esconde algunos de los rincones más mágicos del país.

Por qué el Bisaura enamora a todos los excursionistas

Porque es un espacio idílico que refresca en verano, pero despliega toda su magia en otoño, cuando recorrer sus senderos significa sumergirse en un océano de colores y agua corriente. Ríos, arroyos, cascadas, grietas por las que susurra el viento, brumas inquietantes, formaciones rocosas singulares… todo esto y mucho más es lo que se esconde en el Bisaura. Aquí tienes las 3 mejores excursiones en la zona.

El Salt del Molí

Esta excursión comienza en Vidrà, junto al polideportivo del pueblo donde podrás aparcar si vienes en coche. Está muy bien señalizado el camino, una pista ancha que pasa por una depuradora antes de adentrarse en el bosque. Seguid el camino por las indicaciones de “Salt del Molí pel pont romànic” y cruzaréis por un pequeño y bonito puente románico hasta llegar a las ruinas del molino, que casi no se ven de tan cubiertas que están por la vegetación.

Salt del Molí. Imagen: EliziR, CC BY-SA 3.0.

Salt del Molí. Imagen: EliziR, CC BY-SA 3.0.

Tras una pendiente muy pronunciada llegaréis a la cascada, un salto de 20 metros realmente espectacular. La ruta es circular, aunque también podéis regresar desde ahí por el mismo camino si queréis.

Els Bufadors de Beví

Esta ruta por la Serra dels Bufadors no tiene como protagonista el agua sino el viento. Comienza en Santa Maria de Besora: tienes que atravesar el pueblo con el coche y avanzar por la carretera unos 3km hasta encontrar un cartel a mano izquierda donde dice Mas Veí y Sant Moí. Allí mismo encontrarás un descampado donde podrás aparcar y comenzar la ruta.

Se trata de otra ruta circular, de menos de 6 km (aunque si vais con niños quizá querréis volver por el mismo camino, ya que el tramo de vuelta es bastante complicado y peligroso. En todo caso, os asombrará el hermoso paisaje en el que os adentraréis, y el centro de la excursión son los llamados Bufadors: una zona en la que las grietas y las oquedades en la roca crean sonidos misteriosos y fantasmales, que hacen parecer aquello un bosque encantado.

Bufadors de Beví. Imagen: Candi, CC BY 2.0.

Bufadors de Beví. Imagen: Candi, CC BY 2.0.

En el tramo de vuelta, si seguís la ruta circular, encontraréis el mirador de la sierra de Bufadors para panorámicas increíbles, pero cuidado, que la caída es grande y no hay seguridad de ningún tipo.

El Salt del Mir

Seguimos en Santa Maria de Besora para la ruta más sencilla, y quizá la más espectacular de todas. Comienza detrás del restaurante llamado Cabanya del Mir, y en apenas media hora de caminata llegaréis, primero, a las ruinas del molino harinero (preciosas, integradas en la naturaleza alrededor), y finalmente al salto de 35 metros de altura que encabeza este artículo y que enamora a todos los que lo ven.

La vuelta, en este caso, es por el mismo camino, solo costará subir lo que hayáis bajado, pero siendo corta, es perfecta para ir con niños. No se les olvidarán los rincones mágicos, misteriosos y únicos que vean con vosotros aquí, en el Bisaura.