Tal día como hoy del año 1812, hace 207 años, los soldados catalanes que combatían en la Grande Armée iniciaban el repliegue que daba por fracasada y concluida la campaña napoleónica de conquista de Rusia. Después de la ocupación de Moscú (que encontraron abandonada y calcinada) a mediados de septiembre, no pudo avanzar por la llegada inminente del invierno. Se fortificaron en varias posiciones en la orilla del río Moskova pero no pudieron resistir los repetidos ataques de las tropas cosacas.

El 24 de octubre de 1812 sufrieron una estrepitosa derrota en Maloyaroslavets (a unos cien kilómetros al suroeste de Moscú) que los obligaría a retirarse hasta Smolensk (a unos trescientos kilómetros al oeste de Moscú). Poco después, sufrirían las acometidas permanentes de los cosacos, que los llevarían hasta Vilna (actual Lituania). El 12 de diciembre de 1812, abandonaban definitivamente las posiciones e iniciarían el camino de la retirada.

Aquellos soldados catalanes formaban parte del Regimiento José Napoleón, formado en la región alemana de Schleswig por el general mallorquín Pere Caro i Sureda, marqués de la Romana, con las tropas españolas prisioneras de guerra, que habían sido desplazadas a Dinamarca para combatir al ejército del Primer Imperio francés. El emperador Napoleón les prometió la libertad a cambio de alistarse en la Grande Armée y, según las fuentes, se enrolaron un contingente de 4.200 españoles, de los cuales unos 1.000 eran catalanes.

Los aproximadamente 1.000 soldados que formaban las compañías catalanas (el antiguo Regimiento de Voluntarios Princesa de Barcelona) estaban comandadas por los tenientes Canut, Llanza de Valls i Bonet. También, según las fuentes, del total de los 4.200 efectivos iniciales del Regimiento José Napoleón, sólo 62 sobrevivieron a la campaña rusa. Según las mismas fuentes, al principio de 1813 llegaban a Frankfurt del Oder (Prusia, actual Alemania) 13 oficiales, 18 suboficiales y 31 soldados.