Tal día como hoy del año 1766, hace 255 años, en el contexto de la terrible crisis económica de las décadas centrales del siglo XVIII, estallaban una serie de revueltas por todo el País Valencià, con epicentro en las villas y ciudades del sur del territorio: Crevillent, Elx, Albatera, Catral y Almoradí. Según las fuentes documentales, el inicio de la revuelta se produjo en la villa de Sant Joan del Raval, actualmente situada al sur de la trama urbana de la ciudad de Elx. Según las mismas fuentes, los mil quinientos amotinados de Sant Joan del Raval (llamados avalotats en la documentación de la época) fueron dirigidos por Baptista Blasco, llamado popularmente el Batiste, el venerable vell

En Sant Joan del Raval, la protesta iba dirigida contra el alcalde Ricardo Sánchez, un personaje impuesto a dedo por Pedro Pablo Abarca de Bolea, conde de Aranda, capitán general de Valencia (es decir, máxima autoridad política, militar y judicial del régimen borbónico en el País Valencià); y años más tarde secretario de estado (equivalente a primer ministro) del rey Carlos IV. El alcalde y oligarca Ricardo Sánchez (como el resto de alcaldes del País Valencià) pretendía arrendar a los intermediarios la harina del trigo acumulada en los almudíes señoriales y destinada a los hornos locales, que habría puesto en manos de los acaparadores y de los especuladores el suministro y el precio del pan.

Según las fuentes documentales, los amotinados asaltaron el edificio consistorial de Sant Joan del Raval, destrozaron todo el mobiliario y arrancaron los palos de las banderas situados en la fachada. Acto seguido, se dirigieron a Elx, y con el apoyo de la gente de la ciudad, asaltaron el edificio consistorial y obligaron a Tomás Andrés de Guseme, alcalde mayor, a publicar un bando que recogía las reivindicaciones populares: abolición de los monopolios señoriales (principalmente el monopolio de la harina de los cereales) y la restitución de los saladares (las fincas productoras de sal) a los antiguos pequeños propietarios, que habían sido confiscados por el régimen represivo borbónico después de la Guerra de Sucesión (1705-1715).