Tal día como hoy del año 1852, hace 168 años, en Perpinyà, nacía Juli Pams i Vallarino, que en el transcurso de su vida tendría una extensa carrera política: fue concejal del consejo municipal de Argelers; consejero del Consejo Departamental de los Pirineos Orientales (1892-1928); diputado a la Asamblea Nacional Francesa (1893-1905); senador del Senado de la República francesa (1904-1930); ministro de Agricultura de la República francesa (1911-1913); ministro de Interior de la República francesa (1917-1920) y delegado de la República francesa a la Sociedad de Naciones. La responsabilidad del ministerio de Interior la ejerció durante los dos últimos años de la I Guerra Mundial (1914-1918).

Durante el conflicto mundial coincidió con otro catalán en la alta política francesa: el mariscal Josep Joffre (nacido el mismo año que Pams en Ribesaltes, a ocho kilómetros en el norte de Perpinyà). Palms, como Joffre, era catalanohablante de lengua materna y educación familiar. Y, como el mariscal, durante su vida tuvo una intensa relación con los movimientos culturales catalanes en el Roselló: fue uno de los miembros más destacados e influyentes de la Societat d'Estudis Catalans, una plataforma creada en 1906 por 127 entidades culturales de la Catalunya-nord, destinada a promover la recuperación de la lengua y de la cultura catalanas.

Mientras ocupaba la cartera de Interior, se produjo la petición formal de los Voluntarios Catalanes que habían luchado al lado de Francia durante la I Guerra Mundial (1918). El Comité de Voluntarios -la representación de los más de 6.000 catalanes que habían luchado en las batallas de Verdún y de Saint Quentin- solicitó al primer ministro francés Georges Clemenceau que apoyara las reivindicaciones nacionales catalanas; en aquel momento bajo presión por las campañas anticatalanas de Alfonso XIII y Romanones. Aunque aquella iniciativa contó con el apoyo de Joffre, de Pams y de la opinión pública francesa Clemenceau los despacharía con la expresión “Pas d’histoires, catalans”.