En puertas de que se acabe el mes de agosto, finalizará como empezó: con un nuevo récord histórico del precio de la luz este lunes hasta los 124,45 euros por megavatio hora (MWh). Mientras la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, tan solo consigue decir que el precio de la luz seguirá subiendo hasta 2022 o bien pone encima de la mesa la idea de que igual se podría crear una empresa pública de energia, uno llega a la fácil conclusión del enorme daño que ha hecho el marketing político en la solución de las cosas. Todo este interminable nombre del cargo que ocupa Ribera total para nada ya que no es capaz de dar respuesta alguna a la alarma y a la preocupación de la ciudadanía sin que ofrezca un cúmulo de obviedades. Ser ministro/a es llegado este punto ciertamente bastante poca cosa.

No está de más recordar que hace tan solo siete días el precio del megavatio hora estaba por debajo de los 100 euros y que a finales de 2020 rondaba los 42 euros. Que en un año se haya triplicado dice bastante poco de quien ha tenido la responsabilidad de vigilar que esto no sucediera para que la opinión pública española en general y los hogares en particular no tuvieran que estar asistiendo a esta escalada imparable del precio de la luz que ahora el poder político trata de presentarnos como si fuera una maldición ante la que nadie puede hacer nada y que son causas estructurales.

Los gobiernos están para hacer frente a las situaciones de emergencia y, si se ha encarecido el precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono o se ha encarecido el precio del gas natural, se espera que en la rectangular mesa del Consejo de Ministros se debatan soluciones para que el impacto al consumidor sea el menor posible. Claro que lo agradecido es ir a Torrejón de Ardoz a hacerse fotos que aparecerán en todos los medios de comunicación recibiendo a los afganos que han podido -por suerte- ser repatriados.

Pero la política son también aquellas fotos que acompañan la subida de la luz y que buscan soluciones para los que más las necesitan. Por eso y no por otra cosa, el presidente Pedro Sánchez después de unas largas vacaciones la única imagen que hemos visto de él ha sido la de Torrejón siguiendo el consejo de los spin doctors que cuidan al minuto este tipo de cosas.

Este lunes comparecerá la ministra Ribera en el Congreso y asistiremos a un cruce de reproches entre gobierno y oposición. Porque la luz, se quiera o no, también son votos. Como los menores enviados a Ceuta o, mucho más cercano a nosotros, la mesa de diálogo o la Diada del 11 de setembre.