La Fundación Bancaria la Caixa y la Fundación Telefónica han firmado una alianza para poner en funcionamiento el proyecto y la fundación ProFuturo, una iniciativa del papa Francisco para impulsar la educación en países en desarrollo en su particular lucha contra la desigualdad. En este sentido, será clave la transformación social entre "los sectores más desfavorecidos" y la formación digital tanto a niños como a jóvenes, según han informado conjuntamente los presidentes de ambas fundaciones, Isidre Fainé y César Alierta.

Pero, ¿en qué consiste esta alianza? Se trata de un despliegue de recursos formativos en África Subsahariana, América Latina y Asia cogiendo como referencia el proyecto piloto desarrollado hasta ahora en Angola. Desde aulas móviles digitales en escuelas ubicadas en zonas vulnerables, hasta programas de formación a docentes en el uso de les TIC y de la plataforma educativa y sus contenidos así como metodologías innovadoras de educación o la adaptación de contenidos educativos a personas con discapacidad, entre otros. 

Cooperación internacional y educación para el progreso

La nueva fundación que estará presidida por Julio Rimoldi, una de las personas de confianza del papa Francisco, pretende blindar el éxito de la iniciativa con el apoyo de los agentes "más relevantes del ámbito de la cooperación internacional", lo que incluye tanto a organismos privados como públicos y del tercer sector. Y su voluntad es firme: "posibilitar una educación equitativa y de calidad a niños y jóvenes de los sectores más desfavorecidos, mediante la puesta a su disposición de herramientas digitales que permitan la adquisición de competencias a través de las tecnologías, y contribuir, así, al progreso de las sociedades". 

Y es que "sin educación no hay progreso y el desarrollo de la educación digital va a favorecer la igualdad de oportunidades y de formación, esté donde esté cada cual, en un pueblo perdido de los Andes, del Amazonas o del África Subsahariana" ha asegurado Alierta antes de que Fainé añadiera que se trata de una meta "ambiciosa y esperanzadora" que puede "marcar un antes y un después."  Más educación para poner fin a la desigualdad o por lo menos intenarlo bajo el paraguas de la tecnología.