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El Gobierno ha anunciado este miércoles que permite de manera "excepcional y temporal" limitar la cantidad de productos que se pueden comprar para "impedir el desabastecimiento". La medida se ha publicado este miércoles en el BOE, y forma parte del real decreto ley 6/2022, de 29 de marzo, de medidas urgentes en el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania. En concreto, el Ejecutivo introduce un nuevo apartado a la ley de ordenación del comercio minorista que dice que "excepcionalmente, cuando haya circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor que lo justifiquen, los establecimientos comerciales podrán suspender con carácter temporal la prohibición prevista en el apartado 2 de limitar la cantidad de artículos que puede adquirir cada consumidor". El decreto establece que "estas medidas tendrán que estar justificadas y se adoptarán de manera proporcionada cuando sea necesario para evitar el desarrollo y garantizar el acceso de todos los consumidores en condiciones equitativas". En paralelo, el decreto ley permite que las empresas que tengan que sustituir ingredientes que escaseen por otros similares puedan cumplir las normas de etiquetado con adhesivos o códigos QR que sustituyan las etiquetas actuales de sus productos.

Responsabilidad

"Lo más importante es que hacemos un llamamiento a la responsabilidad. A veces se producen alarmas guiadas por el nerviosismo. Esto es el que contempla el plan y creo que el relevante es que hacemos un llamamiento a la responsabilidad, que entre todos nos corresponde transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía", ha afirmado la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en declaraciones a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso de los Diputados. La ministra ha afirmado que "a veces se producen ciertas alertas y alarmas que generan comportamientos quizás guiados más por el nerviosismo", y ha añadido que se trata de medidas que tienen que servir para transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, al tejido productivo y a empresas. "Todos tenemos que ser responsables en este sentido. Las comercializadoras y supermercados también. Esto es lo más importante en un contexto complicado", ha indicado.

Aceite de girasol

La reforma legal tiene que ser asumida por las comunidades autónomas que tienen competencias en comercio, y pretende dar respuesta legal a la decisión que algunos comercios y el sector de la distribución habían tomado de limitar la venta de productos ante la constatación de que los clientes acaparaban producto en sus establecimientos. Esta medida afectó principalmente en el aceite de girasol, por ejemplo, a consecuencia de la guerra en Ucrania, ya que este país es uno de los productores mundiales mayor y origen principal de las importaciones españolas. Varios supermercados han decidido limitar las compras de aceite de girasol en las últimas semanas para evitar la imagen de estantes vacíos, pero al mismo tiempo han insistido en la "irracionalidad" de los acaparamientos ante un sector con capacidad suficiente para sustituir productos por otros. Pocos días después de iniciarse la guerra en Ucrania, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) avisó que algunas empresas de distribución alimentaria estaban adoptando medidas de limitación de venta de aceite de girasol a causa del "comportamiento atípico" del consumidor que se había producido. La asociación aclaró que la "demanda anómala" afectaba un número "muy limitado" de productos relacionados con el aceite de girasol procedentes de Ucrania ante el temor que se produjera el llamado 'efecto papel higiénico', como ya ocurrió en la pandemia.