"A Catalunya le va a ir mucho mejor como parte de España, como siempre ha estado", ha asegurado el ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, en la presentación de su libro España Amenazada en el Cercle d'Economia. Un relato de "la economía española más complicada" que si no llega a ser por un bloqueo político de casi un año, podrían haber sido las memorias de un exministro. No se lo han perdido una larga lista de políticos y empresarios como: María de los Llanos de Luna, José Creuheras, Juan José, Brugera, Josep Oliu, Salvador Gabarró, Xavier Trias o Josep Sánchez Llibre, entre otros. 

Según Guindos, la premisa inicial es que Catalunya y Esaña sigan juntas y a partir de allí, se ha mostrado dispuesto a analizar un nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas con "elementos para la situación específica y concreta de Catalunya". ¿Qué singularidades? Ha preferido no precisarlas. 

Orgulloso de Catalunya

"Entiendo que la sociedad catalana esté orgullosa de su lengua, su cultura, su arquitectura, incluso de cómo se hacen las cosas desde el punto de vista económico, yo lo estoy y no soy catalán, entiendo que hay elementos diferenciales y eso se puede recoger y se puede reconocer", ha aseverado. Pero a pesar de todo, ha asegurado que el 2012 no tenía sentido que el expresident de la Generalitat, Artur Mas, planteara un pacto fiscal ya que España se encontraba en "una situación límite". Tan al límite que ha añadido: "Estábamos medio muertos". 

En estos cinco años, asegura, se ha conseguido evitar que Catalunya y el resto de comunidades entraran "en suspensión de pagos". Pero ahora, la situación y el déficit público son distintos, por lo que De Guindos emplaza un nuevo escenario abanderado por el quid pro quo. O lo que es lo mismo, mejores fuentes de financiación a cambio de no sufrir sorpresas de déficit en las comunidades. Pero en cualquier caso, esto será una tarea del próximo gobierno que espera que se forme "relativamente rápido", ya que el actual está en funciones y "no lo puede abordar". "Si hay buena voluntad, podemos encontrar un sistema de financiación que dure 20 años", ha anticipado.

Sin arrepentimiento y contra la humillación

“Yo no me arrepiento absolutamente de nada”, ha reconocido Guindos antes de rendirse homenaje por haber salvado España del rescate y de sus condicionalidades, lo que incluye “un nivel de dureza, humillación y frialdad tremendos.” Y más allá de una foto con el actual presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker agarrándole del cuello, De Guindos hizo caso al presidente español, Mariano Rajoy, y logró evitar el rescate “como sea”.

Con la vista puesta en el retrovisor y a los vecinos, Guindos considera que el euro es “el mayor logro de la construcción europea”. Un punto de referencia que a su vez actua de “ancla contra el populismo”. Pero ante todo, el ministro de Economía en funciones se ha mostrado tranquilo no solo por el crecimiento económico y el nivel de dèficit de España sino por exponer y firmar unas memorias sin arripentimiento alguno y con el logro de haber evitado el rescate como premio literario.