El gobierno de Angela Merkel exige a los alemanes que no vayan de vacaciones en España, tampoco en Grecia ni Turquía. El comisionado de Turismo del gobierno de Alemania, Thomas Bareiss, ha declarado en una entrevista en la cadena pública ZDF, que es "improbable" que se reactivint los viajes hacia estos países de forma inmediata. Pero va más allá y también ha advertido que la medida se puede aplicar en los viajes de negocios.

Unas declaraciones que caen como una jarrón de agua fría en el estado español teniendo en cuenta que tan sólo el año pasado, 11 millones de alemanes decidieron venir a pasar las vacaciones. Esta advertencia se suma al del embajador del Reino Unido, Hugh Elliot. Desde Madrid declaró que sus "compatriotas volverán a España a disfrutar de su ocio pero no en los próximos meses".

Los británicos en primera posición y los alemanes en segunda son los dos mercados que más turistas mueven anualmente hacia el estado español, en total cerca de 30 millones de turistas según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en el 2019. El total registrado fue de 83,7 millones de turistas extranjeros y dejaron un gasto de 92.278 millones de euros, el 12,5% del PIB estatal.

En términos generales, las pérdidas del sector a nivel mundial se calcula que lleguen a los 2,7 billones de dólares y ponen en peligro el trabajo de 100 millones de personas, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC).