Nuevo capítulo del serial Marco Verratti. El mediocampista, todavía de vacaciones en Ibiza, viajó a París para reunirse con la dirección del PSG y trasladar su deseo de marcharse traspasado en este mercado de verano. Por su parte, el club le ha reiterado a Verratti su nula predisposición a facilitar su traspaso.

La información, inicialmente destapada por L'Équipe, aseguraba que el futbolista se había reunido con el presidente Nasser Al-Khelaifi, aunque hoy Le Parisien ha puntualizado que el encuentro fue con el director deportivo, Antero Henrique.

Verratti conoce el interés del Barça pero también es consciente de que no podrá afrontar las altas pretensiones del PSG, en caso de que decidiera declararlo transferible. En la reunión, el futbolista estuvo acompañado por su agente, Donato Di Campli, que le trasladó a Henrique la decisión de dejar París, aunque todavía le quedan cuatro años de contrato.

El club, de momento, se niega a escuchar las peticiones del jugador y pretende que respete su contrato. En el PSG saben que Verratti, de 24 años, es uno de los ejes sobre el que construir un nuevo proyecto ganador y por eso, según Mediaset Sport, la dirección le habría trasladado una mejora de contrato que llegaría hasta los 12 millones de euros limpios por temporada. Una oferta que el futbolista habría rechazado.

Verratti está apostando fuerte por abandonar el PSG y su destino parece cada día más claro: el Camp Nou. El Barça quiere al jugador para recuperar el protagonismo con la pelota pero sabe que su fichaje será una operación tan complicada como costosa.

El mercado de fichajes se alarga hasta el 31 de agosto y la rebelión del jugador hace pronosticar que el fichaje, si se produce, se cerrará a pocos días para el final porque el PSG no dará su brazo a torcer. Los parisinos no necesitan el dinero y quieren mantener el prestigio. El Barça, en cambio, necesita al jugador.