Luis Díaz ha dado un giro inesperado a su futuro y ha dejado helados a los despachos del FC Barcelona. El extremo colombiano, uno de los grandes deseos de Deco para reforzar el ataque azulgrana la próxima temporada, ha comenzado las negociaciones para renovar su contrato con el Liverpool. Una decisión que ha sido interpretada en el entorno culé como una auténtica traición, después de meses de acercamientos y señales positivas entre el jugador y el club catalán.
Durante buena parte de la temporada, Luis Díaz y su entorno flirtearon con la posibilidad real de vestir de azulgrana. El futbolista veía con buenos ojos la opción de aterrizar en LaLiga, especialmente en el Camp Nou, donde se le prometía un rol protagónico y la posibilidad de convertirse en un referente ofensivo. Desde la dirección deportiva del Barça, Deco lo tenía marcado en rojo: su perfil encajaba perfectamente con la idea de juego que quiere implementar Flick, y su capacidad para desbordar desde la banda izquierda —e incluso actuar como falso nueve— lo convertía en una pieza ideal.

Sin embargo, el tiempo ha jugado en contra del Barça. Las dificultades económicas, la lentitud para avanzar en las operaciones de salidas y la incertidumbre con el fair play financiero han generado una parálisis que ha acabado por desesperar al jugador. Con la Premier League ya decidida a favor del Liverpool, el club inglés ha acelerado en los últimos días los contactos con varios de sus jugadores clave para asegurar su continuidad. Entre ellos, Luis Díaz ha sido una prioridad para Arne Slot, quien quiere mantener la columna vertebral del equipo que ha conquistado el título.
Una oportunidad perdida
El colombiano estuvo durante semanas en el radar de clubes de primer nivel, incluido el Barça, que soñaba con formar un tridente joven y competitivo junto a Lamine Yamal y Raphinha. Sin embargo, con el paso de los meses y la mejora en el rendimiento del jugador en Anfield, el escenario ha cambiado por completo. El técnico neerlandés ha sabido recuperar su mejor versión, dándole galones como titular y volviendo a convertirlo en un jugador determinante en el frente de ataque red.
Luis Díaz no solo ha ganado peso dentro del equipo, sino que también ha recuperado la confianza del club, que ahora trabaja activamente para ampliar su contrato más allá de 2027. Las conversaciones, según fuentes británicas, están muy avanzadas y podrían cerrarse justo después del final de temporada.

Arabia también se queda fuera
El FC Barcelona no ha sido el único en quedar fuera de la puja. Desde Arabia Saudí, clubes como Al Hilal y Al Nassr estaban dispuestos a poner encima de la mesa hasta 100 millones de euros para convencer al colombiano. No obstante, Luis Díaz ha elegido seguir en el fútbol europeo de máximo nivel, priorizando la estabilidad deportiva y el proyecto del Liverpool antes que un movimiento puramente económico.
El Barça, obligado a cambiar de planes
La decisión del colombiano obliga ahora a Deco y a la dirección deportiva culé a redefinir su estrategia de mercado. Con Luis Díaz fuera de la ecuación y con la necesidad de incorporar a un atacante de primer nivel, el club tendrá que explorar nuevas alternativas con urgencia. El tiempo perdido con esta operación podría suponer una desventaja respecto a otros grandes que ya se mueven con mayor agilidad en el mercado.
El Barça vuelve a tropezar con un viejo problema: la falta de liquidez para ejecutar grandes fichajes en tiempo y forma, una debilidad que otros clubes no dudan en aprovechar.