Su último whatsapp decía: "Som-hi!!! A guanyar!!!".

Era el 16 de abril del 2014. Nueve días después falleció a la edad de 45 años. Había perdido el partido de su vida. Tito Vilanova era una persona excepcional, que siempre quiso que se le valorara por su trabajo, que quería ser protagonista por su labor al frente del Barça. Hace dos años de su muerte, sentida por todo el barcelonismo que veía en él una persona luchadora y, sobre todo, capacitada para mantener al equipo de sus amores en lo más alto del podio.

"Qué mala suerte que he tenido. Había conseguido lo que más me había ilusionado que era ser entrenador del Barça, y apenas he podido disfrutarlo", había comentado a sus amigos. Se había enterado de que tenía un cáncer en la glándula parótida en noviembre del 2011. Y recibió el encargo de Sandro Rosell y Andoni Zubizarreta de sustituir a Pep Guardiola como entrenador del Barça el 27 de abril del 2012.

Vilanova, que fue copartícipe de los catorce títulos conquistados por el Barça desde la llegada de Guardiola al equipo en el 2008, dijo en su primera rueda de prensa como entrenador que nadie lo comparara con Pep porque las perdería todas. Sin embargo, en su corto historial de entrenador figura el récord de haber sido el técnico que ganó la Liga de los 100 puntos.

Tito Vilanova siempre será recordado como un fuera de serie en el aspecto personal, un hombre humilde y un entrenador ejemplar, con el que crecieron en las divisiones inferiores Messi y Piqué, entre otros. El campo de entrenamiento del Barça en Sant Joan Despí lleva su nombre. Es la mejor manera de mantener vivo su recuerdo.