Ducati se ha convertido en los últimos años en la escudería referencia en la MotoGP. En las últimas cinco temporadas, tres campeones del mundo lo han hecho pilotando una de sus motos (Bagnaia x2 y Jorge Marín) y ahora Marc Márquez está a un solo paso de reforzar esta hegemonía. El piloto catalán no ha tenido rival y solo necesita hacer tres puntos más que su hermano Àlex para ser campeón del mundo en Japón. Ahora bien, no todo han sido noticias positivas para la fábrica de Borgo Panigale. Y es que la temporada de Pecco Bagnaia, el compañero de Marc, ha sido un absoluto desastre, ubicado en la tercera posición de la clasificación general a 275 puntos del líder.

Pecco Bagnaia se hunde todavía más en casa

Bagnaia se había convertido en la gran esperanza del motociclismo italiano después de sus títulos en 2022 y 2023 y de acabar segundo la temporada anterior, compitiendo hasta el último Gran Premio con Jorge Martín. Parecía el matrimonio perfecto con Ducati, destinado a ganar muchos más campeonatos a lo largo de la próxima década, sobre todo teniendo en cuenta que, con 28 años, todavía tenía parte de sus mejores años como deportista por delante. Sin embargo, esta temporada en la cual ha tenido que compartir galones y escudería con Marc Márquez ha sido una verdadera pesadilla para el italiano.

Prueba de esto ha sido el último fin de semana, saldado con una nueva decepción. Compitiendo en casa, acabó 13.ª en la carrera al sprint, mientras que el domingo cayó en la octava vuelta, completando una nueva carrera sin sumar ningún punto. "Tenemos que trabajar más. No puede ser, no puede pasar eso. Revisamos los datos y tenemos que entender qué pasa, alguien me lo tiene que explicar. Estoy viviendo una pesadilla", declaró el sábado. Unas declaraciones que han provocado un verdadero terremoto en Ducati, que ya está avistando algunos cambios de cara a esta misma temporada.

Gigi Dall'Igna no se corta: "Yo también he perdido la paciencia"

Después de la pasada carrera del domingo, Bagnaia no atendió los medios de comunicación. En cambio, quien salió a dar la cara fue Gigi Dall'Igna, el director general de Ducati. Y no se cortó nada a la hora de responder a las palabras de su piloto del sábado: "Yo también pierdo la paciencia, igual que los aficionados de Pecco. Creo que es normal decir estas cosas cuando no se obtienen resultados". Este lunes, los pilotos volverán a la acción con los tests colectivos. Podría ser una oportunidad para empezar a ver un nuevo Bagnaia, pero Dall'Igna quiere andar con los pies de plomo. "Será un test importante y espero que las pruebas sean fructíferas, pero no habrá nada fundamental", ha confesado al dirigente italiano. La temporada para Pecco está casi perdida y ahora se tiene que centrar en intentar mantener la confianza de la escudería italiana.