Marc-André Ter Stegen no tiene intención de abandonar el FC Barcelona este verano, pero es consciente de que los movimientos internos del club podrían forzar su salida. El interés del Barça en Joan Garcia, portero del Espanyol, y las informaciones que apuntan a un posible cambio de jerarquía bajo palos, han encendido las alarmas en el entorno del alemán, que ya ha empezado a mover ficha de forma discreta.
Ter Stegen, con contrato hasta 2028 y una cláusula de rescisión muy elevada, se siente señalado. A pesar de que sigue siendo uno de los capitanes del equipo y de los pesos pesados del vestuario, no ve con buenos ojos que el club esté planeando su relevo sin haber hablado directamente con él. Si bien públicamente mantiene el discurso de que quiere seguir y cumplir su contrato, ha puesto una condición clara si desde el club le piden que se marche: solo se irá si encuentra un destino que le garantice titularidad en un equipo de Champions.
El Mundial de 2026, un objetivo irrenunciable
A sus 33 años, Ter Stegen sabe que está en una etapa clave de su carrera. El Mundial de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá es uno de sus grandes objetivos, y para llegar en plena forma necesita competir al máximo nivel durante las dos próximas temporadas. Por eso, no contempla en absoluto recalar en ligas de menor exigencia como Arabia Saudí o la MLS, pese al fuerte interés económico que ha recibido desde ambos destinos.
El alemán ha sido claro con su entorno: si sale del Barça, será para seguir compitiendo en la élite europea. Ya ha recibido sondeos de dos clubes de la Premier League que jugarán Champions el próximo curso, y aunque no hay negociaciones en firme, su nombre vuelve a estar en el radar de varios gigantes europeos que buscan portero con experiencia y fiabilidad.
Una situación delicada para Flick y Deco
Para Hansi Flick, que conoce perfectamente a Ter Stegen de su etapa en la selección alemana, el asunto no es sencillo. Por un lado, valora el liderazgo y la experiencia del actual meta titular del Barça. Pero por otro, quiere introducir competencia real en la portería y renovar ciertas piezas del equipo, y Joan Garcia es una apuesta firme de la dirección deportiva. Deco, por su parte, tiene que cuadrar las cuentas: la alta ficha de Ter Stegen es una carga para el límite salarial, y su venta —si se concretara— podría dar aire para inscribir fichajes.
A día de hoy, no hay una decisión tomada. Pero el mensaje de Ter Stegen es claro: no se irá por la puerta de atrás ni a cualquier precio. Solo aceptará dejar el Camp Nou si tiene garantizada una titularidad en un club con ambiciones europeas, donde pueda demostrar que sigue estando entre los mejores porteros del mundo y llegar al Mundial con ritmo competitivo.