En el FC Barcelona están convencidos de que este mercado de fichajes puede marcar un antes y un después para el proyecto deportivo liderado por Hansi Flick. La llegada de Joan García como nuevo portero y la inminente incorporación de Nico Williams, uno de los talentos más deseados del fútbol español, representan movimientos clave en esa hoja de ruta. Sin embargo, hay un obstáculo importante que amenaza con complicarlo todo: la continuidad de Marc-André ter Stegen.
El guardameta alemán, que ha sido uno de los capitanes y referentes del vestuario culé durante los últimos años, ya no es imprescindible para el cuerpo técnico. La llegada de Joan García, considerado el portero del futuro y con un perfil más adaptado al estilo que quiere implantar Flick, ha desplazado a Ter Stegen a un segundo plano. Desde el club lo tienen claro: quieren su salida este verano.

Más allá de los motivos deportivos, la razón principal es económica. El Barça necesita liberar masa salarial para poder inscribir a Nico Williams, cuya cláusula de rescisión supera los 50 millones de euros. La operación es prioritaria para Joan Laporta, que ve en el extremo del Athletic Club el fichaje que puede devolver la ilusión a la afición culé. Sin embargo, para que esa incorporación se haga efectiva, es imprescindible seguir reduciendo gastos, y el sueldo de Ter Stegen es uno de los más altos de toda la plantilla.
Sin señales de salida
El gran problema es que Ter Stegen no está por la labor de marcharse. El internacional alemán tiene contrato hasta 2028, se siente cómodo en Barcelona, y por ahora no ha mostrado disposición alguna a escuchar ofertas, a pesar de que ya hay varios clubes interesados en hacerse con sus servicios. Equipos de la Premier League, la Serie A e incluso la Bundesliga han tanteado su situación, pero todas las conversaciones se han topado con la misma respuesta: el jugador no quiere salir.
Esta postura está generando una creciente preocupación en la cúpula blaugrana. Si Ter Stegen no se va, el club no solo mantendrá una ficha altísima en su estructura salarial, sino que además verá muy limitada su capacidad para inscribir nuevos fichajes, incluido Nico Williams. La operación, que parecía encarrilada, podría quedar en el aire si no se desbloquea antes la situación con el portero alemán.

Laporta y Deco, a contrarreloj
Joan Laporta y Deco ya están explorando distintas alternativas para convencer a Ter Stegen de que lo mejor para todas las partes es una salida pactada. Incluso se baraja la posibilidad de facilitar su traspaso a un precio reducido si algún club asume su ficha íntegra.
En el vestuario culé son conscientes de la delicada situación y algunos pesos pesados ya han empezado a hablar con el portero para hacerle ver que su rol será muy distinto esta temporada. La llegada de Joan García no es un simple fichaje: viene para ser titular.
Si no hay movimientos en los próximos días, el Barça podría encontrarse con un escenario que nadie desea: un fichaje como el de Nico Williams bloqueado por la permanencia de un jugador que ya no entra en los planes deportivos. El futuro de Ter Stegen, por tanto, no solo afecta a su propio destino, sino también al de uno de los grandes objetivos del club en este mercado.