En el clásico de los clásicos, Brasil recordó al mejor Brasil y Argentina a la peor Argentina. En el duelo de las dos grandes estrellas del Barça, Neymar se divirtió y Messi se aburrió. El brasileño bailó la samba, y el argentino se instaló en el tango. Neymar jugó con una caipirinha en su cuerpo, Messi se tomó un triste mate. Ney fue líder y Messi pareció un simple obrero. Neymar marcó uno de los tres goles con los que su selección goleó a Argentina, y Messi se fue otra vez en blanco. Argentina está fuera del Mundial de Rusia y el martes juega en San Juan contra Colombia. Está obligada a ganar. Su posición no admite más fracasos.

Cuando Messi quiso irse de la selección pocos lo entendieron. Pero seguro que lo que le invitó a tomar semejante decisión fue el aburrimiento. El mejor jugador del mundo no tiene quién le asista cuando se viste con los colores de su país. Messi no encuentra espacios, pero lo peor es que sus compañeros, jugadores de gran calidad como Di Maria, Higuaín, Agüero entre otros, no lo ven.

Una sociedad anónima

Acostumbrado a tener sociedades dentro del campo en el equipo de su vida, el Barça, con Xavi, Iniesta, Deco, Ronnie, Alves, Neymar y Suárez, con Argentina Messi es una sociedad anónima. Ni aparece ni lo ven y ni parece que juega. Una gran pena verlo tristemente deambular en el campo, presionar solo sobre la defensa rival, pelear todos los balones e intentar todo sin éxito.

Es la esperanza de Argentina y podría ser el hombre que encabezara todo un liderazgo en su país. Sin embargo, Messi no luce, ni brilla como lo hace en el Barcelona. Patón Bauza, el seleccionador, como Tata Martino, y como tantos otros que han probado recuperar a la mejor Argentina, no halla la forma de que el crack mundial desequilibre como lo hace en su club. Todo lo contrario. Contra Brasil, Bauza planteó un partido para defender, nunca para atacar. Y a eso Messi no está acostumbrado.

El nuevo "O´Rei"

Ney, por lo contrario, es el nuevo “O´Rei” de Brasil. Pura acuarela. El nuevo seleccionador, Tite, le ha dado toda la libertad al equipo y especialmente a la segunda estrella del Barça, que en Belo Horizonte comenzó fundiéndose en un abrazo con su amigo Messi y también con Mascherano, pero en el terreno de juego fue el hombre que más desequilibró a Argentina.

Ney asistió a Coutinho, inspirado como todo su Liverpool, para que de una gran jugada y un mejor disparo venciera la portería argentina a los 25 minutos de juego. Después, cuando el partido caminaba hacia el descanso, Ney recibió un gran pase de Gabriel Jesús y aumentó la tortura argentina en Belo Horizonte con un disparo raso y colocado.

“Estamos pasando una situación de mierda” dijo Messi, que esta vez sí se paró en la zona mixta del estadio de Belo Horizonte. “Vamos a recibir palos, pero no podemos cometer más errores y tampoco pensamos en que no vamos a clasificarnos”. Messi manifestó ser consciente que Argentina tiene que mejorar mucho. “Hay que cambiar muchísimo, nos cuesta reaccionar cuando nos marcan. Seguimos dependiendo de nosotros, pero tal como hemos jugado ante Brasil no es la manera de salir de esto”.

El número uno del mundo también reconoció que la selección está desamparada en una crítica al público y a la prensa: “El partido que jugamos en Córdoba lo vi desde mi casa y me pareció que hay poca paciencia, que nos silbaban y nos puteaban. Y si el entorno no acompaña en esta dinámica perdedora que tenemos lo sentimos, pero ahora tenemos un par de días para olvidarnos de este partido”.

Marcó Caicedo

En otros partidos, Uruguay venció a Ecuador (2-1) en un partido en el que Luis Suárez no marcó y, en cambio, sí lo hizo Filipao Caicedo, el jugador del Espanyol, que anotó el tanto del empate ecuatoriano.

En Barranquilla, Colombia empató a cero con Chile en partido en el que Claudio Bravo, capitán chileno y portero del Manchester City, acabó siendo sustituido por lesión.