José Mourinho está cerca de completar una primera temporada para olvidar en la liga turca. El entrenador del Setúbal no va a lograr ningún título desde el banquillo del Fenerbahçe y, a pesar de tener todavía un año más de contrato, cada vez con más las voces que aseguran que Mourinho no va a seguir, con muchos números de aterrizar en la Liga de Arabia Saudita.
Antes de irse, sin embargo, Mourinho va a seguir dando de qué hablar desde donde mejor sabe, desde las salas de prensa, una habilidad que hace 14 años le valió el título de "puto amo" en opinión de Pep Guardiola. Y es que el entrenador portugués vuelve a ser noticia no por sus buenos resultados desde el banquillo, sino por sus salidas de tono desde la silla de una sala de prensa.

Mourinho vuelve a pasarse de frenada
Este viernes, el Fenerbahçe logró una victoria contra el Başakşehir por 1-4, una goleada que de poco le va a servir, ya que el Galatasaray va a terminar siendo el campeón. Quizá por ello, Mourinho tenía pocas ganas de dar explicaciones, lo que le llevó a sacar a relucir su habitual sarcasmo. Los periodistas le preguntaron por la falta de un 11 tipo, ya que esta temporada acumula 31 alineaciones diferentes, una cuestión obvia que Mourinho no se tomó demasiado bien. "Tengo 25 monedas con las caras de los jugadores. Antes del partido los tiro al aire, los 11 que caen en la mesa son los titulares, los demás van al banquillo. Así lo hago yo", afirmó en tono serio, ante la incredulidad de los presentes.
El enfado de Mourinho con la pregunta no terminó ahí, ya que después todavía fue más allá con otra respuesta salida de tono. "Entre semana, paso las noches en las discotecas de Estambul divirtiéndome, y así es como elijo al equipo titular. Es sencillo".

Mourinho repite en Turquía sus clásicas rajadas
No hay que olvidar que Mourinho ya empezó con mal pie su etapa en el fútbol turco, ya que en el mes de noviembre ya dejó a todos alucinando cuando afirmó haberse equivocado al aceptar la oferta del Fenerbahçe. "Estoy enfadado con la gente del Fenerbahçe que me trajo aquí, me contaron la mitad de la historia. Si me hubieran dicho todo, no habría venido al Fenerbahçe".
Y después, como es habitual en el entrenador portugués, llegaron los problemas con el eterno rival de su equipo, el Galatasaray, y especialmente contra el sistema, la Liga turca. "Conocí otros clubes importantes en Turquía, pero no podía creer que esta fuera la dimensión. Es demasiado gris, es demasiado oscuro, huele mal. Jugamos contra buenos rivales, pero también contra el sistema. Eso es lo más difícil que hay, jugar contra el VAR, contra el sistema".