El Real Madrid ha vuelto a hacer uso de la polémica para clasificarse en las semifinales de la Champions League después de 120 minutos de partido. Cristiano Ronaldo ha hecho un hat-trick con la ayuda del árbitro, muy errático y que ha acabado decidiendo una vuelta de cuartos de final. El Bayern de Munich ha plantado cara forzando la prórroga, pero la recompensa no ha sido completa.

Comodidad inesperada

El Bayern de Munich necesitaba como mínimo dos goles y no encajar ninguno, por lo tanto, la premisa era clara. Los bávaros querían goles y estaban obligados a atacar. Con la idea clara desde los vestuarios, los de Carlo Ancelotti, que volvía al Bernabéu, han empezado dominando.

Thiago, Xabi Alonso y Arturo Vidal han sido los que tenían la posesión y distribuían la pelota. Ribery, Lewandowsky y Robben, los rematadores. En 15 minutos han creado varias ocasiones y han enseñado sus armas, pero poco más. El Madrid, que estaba a la espera, ha ido cogiendo ritmo y se ha hecho con el dominio del partido.

Si la comodidad inesperada con el Bayern proponiendo y el Madrid contraatacando se ha convertido en una situación buena para los dos conjuntos, cuando los alemanes han bajado un poco el ritmo, los blancos han cogido el control. Los de Zinedine Zidane se han sentido cómodos y han hecho del miedo un arma para contrarrestar un rival que se ha ido desdibujando a medida que pasaban los minutos.

Premio alemán y regalo madrileño

A las muchas ocasiones desperdiciadas por el Madrid en la primera mitad, se le ha añadido un gran problema en la segunda parte. Un penalti en el minuto 52 ha permitido a Lewandowski tener esperanza después de recortar distancias desde los once metros. Con el marcador a favor y a sólo un gol de la clasificación, el Bayern se ha vertido hacia arriba y el Madrid se ha asustado.

Miedosos como en muchas otras ocasiones, Zidane ha sacado a Benzema y ha añadido gente detrás. El equipo ha jugado más junto, con más consistencia, pero se han encerrado detrás. Las ocasiones han pasado de la banda de los bávaros y el partido ha cambiado.

Un gol de Cristiano Ronaldo en el minuto 76 y uno en propia de Sergio Ramos un minuto más tarde han hecho camino hacia la prórroga. Antes del final, sin embargo, el árbitro se ha inventado una tarjeta amarilla para Arturo Vidal y que ha acabado con la expulsión del chileno. El Madrid recibía un regalo inesperado y que dejaba al rival con 10 hombres.

Y más regalos...

La prórroga ha sido la mejor manera de calmar los nervios y dar una segunda oportunidad para el Madrid. El Bayern ha plantado cara y Manuel Neuer ha vuelto a hacer de pared ante un rival que ha tenido la pelota, las ocasiones y treinta minutos extra para resolver la eliminatoria.

Pero si el árbitro se había equivocado con la expulsión de Vidal, en la prórroga regalaba un gol en fuera de juego a Cristiano Ronaldo para empatar y dejar la clasificación en la mano de los blancos. El gol ha hecho mucho daño a los bávaros que se han abalanzado al ataque y han acabado sufriendo los contragolpes de los blancos. Cristiano Ronaldo ha conseguido un hat-trick y Asensio ha marcado el cuarto antes de acabar. El Madrid ya está en semifinales de la Champions League después de sufrir en el Santiago Bernabéu, pero jugando con un colectivo arbitral que les ha indicado el camino de la victoria.