Cinco goles en Liga. Sólo por debajo de Luis Suárez y Leo Messi, que llevan siete. El rendimiento goleador de Rafinha empieza a centrar el foco de atención y más, si sus goles se transforman en puntos. Luis Enrique ha querido elogiar el inicio de temporada del brasileño: "No me sorprende su rendimiento. Está teniendo más llegada, que es lo que le pedimos en los interiores. Tenemos tres grandes jugadores a delante pero es una alegría que los interiores puedan marcar goles".

El entrenador blaugrana ha señalado "la falta de frescura" como uno de los motivos principales para justificar el juego del Barça contra el Granada. "Me quedaría con los puntos, aunque no ha sido el nuestro mejor día. Cuando te relajas puedes conceder ocasiones de gol y no lo hemos hecho. Si no cerrábamos el partido en ataque lo teníamos que hacer en defensa. No podemos ganar todos los partidos de goleada", ha asegurado.

Cambio de sistema

En la segunda parte, el Barça ha abandonado el tradicional 4-3-3 para jugar con tres centrales y dos laterales largos enganchados a la línea de lado. La variante ha dado sus frutos porque a los tres minutos, ha llegado el único gol del partido. "Hemos visto que el pivote por delante de los centrales no recibía balones y que los únicos jugadores que podían salir desde detrás eran los centrales. Hemos dejado a Umtiti como marcador y colocado a Rakitic y Mascherano más abiertos. Con eso hemos creado ocasiones que normalmente materializamos", ha explicado el técnico.

El Barça sigue evolucionando una idea de juego que hoy no ha brillado como acostumbra a hacer. Luis Enrique ha asegurado que al equipo "le queda margen de mejora", alegando que en el fútbol "no hay rival que defienda igual y nosotros no estaremos al mismo nivel cada día".